Alejandro Reyes no da crédito a lo sucedido. El joven artista, hijo de Ivonne Reyes, se ha enterado de la petición que ha realizado la Fiscalía contra su jefe, Rafael Amargo.
La Fiscalía Provincial de Madrid pide nueve años de prisión para el bailaor Rafael Amargo y su asistente Juan Eduardo S.B. por un delito contra la salud pública. Y es que le acusa de vender en su casa sustancias estupefacientes a terceras personas de manera "persistente" a cambio de dinero.
Recordemos que el hijo de Ivonne Reyes trabaja en Yerma, el espectáculo que dirige Amargo desde hace unos meses en Madrid. Este domingo, el Teatro Real Carlos II de Aranjuez acogía una nueva representación de la adaptación del bailaor.
Reza el escrito que durante abril y diciembre de 2020, ambos "se venían dedicando a la distribución de sustancias estupefacientes. Y entre otras, metanfetamina, a terceras personas a cambio de dinero". Ambos adquirían la sustancia a los suministradores, y se la repartían para venderla a terceras personas.
Alejandro Reyes, en shock: Amargo puede acabar en la cárcel
Rafael Amargo habría vendido supuestamente las sustancias estupefacientes a las personas que acudían a su casa. Y en otras "hacía llegar la sustancia al lugar donde el cliente indicaba. Se valía de su hombre de confianza, el también acusado Manuel Ángel B.L., otro de los socios de Amargo", prosigue.
"A sabiendas de lo que portaba, después de hacer la entrega correspondiente, regresaba al domicilio para entregarle el dinero obtenido con la venta".
Debido a la vigilancia sobre el domicilio de Amargo, los policías apreciaron "cómo acudían numerosas personas que, tras acceder al mismo y permanecer en el interior escasos minutos, salían nuevamente de manera apresurada, procediendo los agentes a identificar a dos de ellas, interviniendo estupefacientes que se habían adquirido en dicho domicilio, levantándose las correspondientes actas de aprehensión".
Así fue el registro policial en casa de Rafael Amargo
El Juzgado de Instrucción número 48 de Madrid dio luz verde a la entrada y registro en los domicilios de los acusados. Sobre Rafael Amargo, los agentes intervinieron tres botes conteniendo Popper. También una bolsita conteniendo una sustancia que resultó ser feniletilamina y un frasco de 6 mililitros de GBL, con un valor en el mercado de 314,19 euros.
Hallaron también un envoltorio de plástico con metanfetamina. Con un peso neto de 56,067 gramos y una pureza del 76%, con un valor en el mercado de 1452,14 euros.
También un frasco de 6,800 mililitros de GBL con un valor en el mercado de 356,08 euros en su venta por gramos, 5800 euros. 10 comprimidos de sildenafilo y una bolsa de ketamina con peso neto de 18,413 gramos y una pureza del 55,5% con un valor en el mercado de 497,65 euros. Y un bote conteniendo popper y cuatro teléfonos móviles.
¿Cómo actuaban los investigados, según la resolución judicial?
"Tras breves minutos en el domicilio, salían del inmueble portando la droga adquirida. Por la cantidad intervenida en los supuestos en que fueron interceptados, excedía de la que puede considerarse para autoconsumo", expone la resolución judicial sobre la causa de Rafael Amargo.
Sostiene también que la distribución de estupefacientes "se realizaba utilizando 'mulas', principalmente a través de Manuel Ángel B.L.".
El juez apunta que "una vez contactado con el comprador, Rafael enviaba a la 'mula' con las sustancias estupefacientes. Lo hacían andando o bien empleando Ubers contratados por el comprador para no dejar rastro". Al entregar la sustancia, la 'mula' volvía al domicilio para dar el dinero conseguido.