Joaquín Prat ha visto como la irrupción de su hermano alteraba por completo sus vacaciones. Disfrutaba de unos días de descanso antes de reincorporarse de nuevo a su puesto de trabajo. Las últimas declaraciones de Federico han cogido por sorpresa al presentador y a toda su familia.
Acostumbrados a pasar inadvertidos, a ser un clan muy discreto, las palabras de este hombre les han puesto en la primera línea mediática. En cualquier caso, ellos han tratado de zanjar el asunto aclarando la situación y el tipo de relación que mantienen con él.
El hermano de Joaquín, que era un auténtico desconocido, confesaba hace unos días en Canal 8 que vivía de las limosnas de la gente. Reside desde hace 9 años en la Línea de la Concepción, en Cádiz, a donde se mudó por amor.
Es marino mercante, pero la crisis le dejó sin empleo, y sin apenas recursos. Ahora solicita un trabajo de lo que sea para poder salir adelante. "Estoy viviendo en la calle porque no me queda otra", contaba.
Explicaba que "ahora mismo tengo un techo donde quedarme, tengo mi casa y pago el alquiler con lo que saco de la calle. Yo no me lo gasto en droga ni alcohol, solo en alquiler. Invito a todo el mundo a que lo compruebe", indicaba.
Había especial interés por saber si pidió ayuda a algunos de sus hermanos. Pero descartó esta posibilidad al no existir apenas trato con ellos. No quiso profundizar tampoco en los motivos por los que se distanció de su familia.
Las palabras de Federico generaron muchas reacciones y comentarios. Sus seres queridos no han dudado en ofrecer su versión. Andrea, la hermana del presentador, tomó la iniciativa con un mensaje en Instagram que compartieron el resto en sus redes sociales.
En una foto en la que aparecen Joaquín Prat junto a sus tres hermanos y su madre Marianne Sandberg aclaran lo ocurrido. "Mi hermano Federico es un ser maravilloso, con un corazón de oro. Es y ha sido siempre querido en casa, educado, cariñoso, sensible y es, desgraciadamente, también un adicto", señaló.
Contaba que desde "hace más de 12 años que mi madre y nosotros como hermanos hemos intentado ayudarle. Acompañándole en numerosos tratamientos de rehabilitación, centros de toda índole y también en casa". Pero, al parecer, no consiguieron los resultados deseados.
Indica que "tras un duro camino, especialmente para mi madre, el propio Fede escogió vivir en el sur y continuar con su adicción". Entienden que esto solo lo pueden entender aquellos que lo hayan sufrido "en primera persona". Continúa diciendo que "durante todo este tiempo mi madre se ha hecho y se sigue haciendo cada mes cargo del lugar en el que vive".
Joaquín Prat le ofreció ayuda
Joaquín Prat y toda su familia hicieron todo lo posible para ayudar a Federico. "Aunque ha tenido oportunidades ha continuado inmerso en el mundo terrible e inmundo de las drogas", dijo. En realidad no tienen esperanzas de que se rehabilite: "Ya no esperamos que algún día se cure".
Eso sí, confían en que puedan gestionar esta situación desde la privacidad para que resulte lo "menos dañina para todos", escribía. Admite que han sufrido mucho por él y piden respeto para ellos ante esta situación.
"Las cosas, a veces, no son lo que parecen, son muchos años de sufrimiento que solo nosotros conocemos. Ojalá nadie tuviera que pasar por esto. Ni el enfermo ni la familia que desgraciadamente sufre igual", recalcaba.
Joaquín Prat y sus hermanos se muestran más unidos que nunca. Ahora quieren que este tema se aborde desde la intimidad, como han hecho siempre.