Olga Moreno se ha sometido este miércoles a la entrevista más dura de su vida, donde David y Rocío Flores se convirtieron en los grandes protagonistas.
Con el permiso, por supuesto, de Rocío Carrasco, que ha sido el nombre propio más repetido a pesar de su negativa inicial a hablar de ella.
"Yo no vengo a hablar de mi marido, ni de la madre de Rocío y David. Vengo a hablar de lo que yo he vivido durante estos años", decía al inicio de la entrevista.
Sin embargo, esa premisa nunca llegó a cumplirse. Y es que todas las preguntas y los fragmentos audiovisuales tenían relación con la hija de Rocío Jurado, como era lógico de esperar.
La ganadora de Supervivientes ha tenido que repasar todo lo que ha sucedido en el país durante su estancia en Honduras. Un periodo de tiempo que abarca toda la emisión del documental de la exmujer de Antonio David Flores y el señalamiento que ha vivido su familia en España.
"He encontrado a una familia derrumbada. Yo pensé que la docuserie terminaría a mitad del reality, y que cuando volviera ya estaría todo más calmado, que la verdad habría salido a la luz. Pero me los he encontrado derrumbados. Hasta mi hija de 8 años ha tenido que ir al psicólogo tras encontrar carteles de ‘maltratador’ en el barrio", decía segundos antes de romper a llorar.
Olga Moreno se arrepiente de un aspecto de la crianza a David y Rocío Flores
Durante toda la entrevista, Olga ha mantenido un mismo discurso con el que ha querido dejar clara su postura dentro del conflicto familiar.
"Lo único que he hecho estos 22 años es darle amor a unos hijos que no son míos", aseguraba una y otra vez.
Ante las respuestas repetidas de la empresaria, varios colaboradores le recordaron el contexto de la mala relación que había entre Rocío y su progenitora.
Al tratarse de una mujer con problemas psicológicos derivados del supuesto maltrato ejercido por Antonio David, cualquier enfrentamiento con su hija le causaba un gran daño.
"Ahora que sabes que le has dañado. ¿Serías capaz de pedirle disculpas a sabiendas de que le has dañado?", le preguntaba el Maestro Joao a Olga.
Ella respondía que sí, pero dejaba entrever que no tenía motivos para arrepentirse de su actitud hacia la exmujer de su marido.
Sin embargo, Olga sí se ha mostrado arrepentida por una cuestión relacionada con la crianza de David y Rocío Flores. Y es que la malagueña reconoce que le ha prestado más atención al joven por sus necesidades especiales. Una situación que la pudo llevar a descuidar a Rocío.
"De lo único que me arrepiento es de no haber estado más cerca de Rocío, porque estaba más pendiente de David. Le he pedido perdón por ello", aseguraba.
Olga Moreno defiende en televisión su papel ejercido con David y Rocío Flores
La superviviente reconoce que era consciente de la mala relación que tenía Rocío Flores con su madre. Aunque también pone de manifiesto que ella no hizo nada para intentar acercar posturas entre ambas.
Tan solo puede afirmar que le ha pedido a la joven que llame a su madre y que en su casa nunca se ha hablado mal de la hija de Rocío Jurado.
"Le hemos dicho a Rocío que llame a su madre muchas veces y la ha llamado muchas veces. Y me alegro, ojalá siga llamándola", decía la malagueña.
Pero, ¿cuáles son los motivos de esa falta de conciliación?. En primer lugar asegura que no era el papel que le correspondía y, en segundo, señala a la madre de los niños por escudarse siempre en el ámbito de lo legal.
"Rocío Carrasco nunca me ha llamado por teléfono ni me ha pedido ayuda. Nunca me dijo que su hija le había insultado. Todo se hacía por abogados, pero porque ella lo quería así. Yo tampoco la he llamado a ella nunca", advertía ante Carlos Sobera desmintiendo el relato de Rociíto.