El de Andreu Buenafuente (1965) es un caso paradigmático, pues ha ido rejuveneciéndose conforme iban pasando los años. El presentador y cómico catalán actuó con discreción cuando empezaba a perder pelo y calculó muy bien los tempos. Allá por el 2010, cuando su calvicie se intuía pero para nada era grave, Buenafuente fue más previsor que nadie y se hizo un injerto. ¡Pim, pam, pum! Hablamos pues… ¿del injerto más discreto de lo que hemos visto hasta ahora?
El prudente 'arreglo' Buenafuente
El humorista, nacido en Reus en 1965, nunca había lucido tupé como lo luce ahora. Vale con poner la televisión más allá de las 23.00 horas para comprobar que algo en Andreu Buenafuente ha cambiado. Pues su pelo ya no es nada pobre, todo lo contrario, luce tupé con orgullo.
Pero lo cierto es que lo hizo —y eso es para aplaudir— con gran discreción. Pero vaya, como todo en su vida. El bueno de Buenafuente siempre ha destacado por saber esconder muy bien sus secretos y su vida privada. De hecho, sólo ha abierto las puertas de su casa a la televisión en una ocasión, cuando participó en ‘El Convidat’ de TV3 en 2010.
Desde entonces, Buenafuente se limita a publicar sus obras y pinturas en redes sociales y poco más. De su vida, asimismo, se sabe que su pareja es Silvia Abril, a quién conoció en 2006 cuando hacía un ‘Late Night’ en TV3. «Se acercó a mi mesa, en directo en el programa, disfrazada, se levantó la falda y en realidad me miró con cara de Sílvia, no de niña de Shrek (personaje que interpretaba Abril). Nadie se dio cuenta, pero yo sí». El reusense se enamoró de la actriz, colaboradora del programa de Andreu, y años más tarde tuvieron una hija, Joana.