Diego 'Cholo' Simeone en una imagen en el banquillo de River Plate meses antes de llegar al Atlético de Madrid

Simeone y su ‘nunca dejes de creer’: Su tupé es la envidia de España

El entrenador del Atlético de Madrid pasó de alopecia galopante a tupé en un visto y no visto

Diego Simeone (1970) y el Atlético de Madrid tienen una máxima: «Nunca dejes de creer». Pues bien, quién seguro que no ha dejado de creer es el ‘Cholo’, pues llegó a Madrid alopécico en 2011 y a día de hoy luce un tupé que ni los de ‘Fiebre del sábado noche’. El entrenador atlético pasó por el quirófano a finales de 2013 para realizarse un injerto capilar. Y a decir verdad, el implante le quedó fenomenal, pues pasó de una alopecia visible a un frondoso tupé.

Diego Simeone antes de un partido con el Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano
Diego Simeone remontó (y de qué manera) con su pelo | Atlético de Madrid
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El Cholo y su tupé

Simeone, como tantos otros, nunca ha reconocido el injerto. Pese a ello, el cambio es notable. Pues cuando llegó al añorado Vicente Calderón, el entrenador argentino optaba por llevar el pelo corto y su calvicie saltaba a la luz. Un año después, ya en 2012, el preparador atlético escogió la técnica de dejarse el pelo un poco más largo para así tapar una alopecia que ya parecía galopante.

Y de pronto, de golpe y porrazo, todo cambió a finales de 2013. Aunque no se sabe con exactitud cuando se sometió al tratamiento (pues hay informaciones que especulan con el hecho de que el implante habría sido durante el 2014), sí que es cierto que el cambio de imagen de Simeone fue tan sorprendente como positivo. De pronto, las clapas habían desaparecido de su cabello y su peinado también. El ‘Cholo’ llevaba tupé y abandonaba el repeinao hacia atrás que tanto le había caracterizado.

El cambio del look repentino del ‘Cholo’ Simeone generó gran revuelo en redes sociales, pues poco después el cancerbero de su equipo, Jan Oblak, también escogió el injerto. Pero lo más sorprendente fue que Oblak se tuvo que poner pelo con tan sólo… ¡23 años!

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