Santiago Abascal (1976) es un tipo de convicciones firmes. Lo demuestra su repentino ascenso político y también su decisión de someterse a un injerto de pelo. La comparación, como en el caso de Albert Rivera, es clara. En el año 2008, cuando estaba en el Partido Popular, Abascal lucía eso tan español del pelo pobre. Pese a ello, en 2013, el actual líder de VOX se reveló contra su destino y empezó a lucir un pelo mucho más frondoso. Abascal, como tantos otros, nunca ha hablado de ello públicamente.
El look más 'cañero' de Abascal
Lo cierto es que las imágenes hablan por si solas. Cuando Abascal estaba en las filas del PP lucía un rostro ostensiblemente diferente al que luce ahora. Menos pelo y menos barba.
Era en 2008 cuando el político bilbaíno apostaba por un look clásico y poco carismático. Pelo corto y escaso y barba discreta y rasurada. En 2013, con el conflicto catalán en auge y a las puertas de hacerse con el mandato de VOX, Abascal apareció con un look radicalmente opuesto. Pues su pelo ya era frondoso y considerable, y su barba estaba mucho más cuidada.
De hecho, hubo una época en la que Abascal apostó por el pelo largo. Sí, sí; lo han leído bien, apostó por el pelo largo. Fue allá por el 2015, cuando el líder de VOX (dejó el PP en noviembre de 2013) aprovechó su injerto capilar para lucir melena. Y vaya si lo hizo. Pues durante un año entero lució lo que se puede catalogar como pelazo.
Más tarde, Abascal decidió moderar su look para abanderar definitivamente el proyecto de VOX. Hoy en día, ya en el Congreso de los Diputados, Abascal luce un look que dista bastante del de 2015.