Primer plano del personaje

El motivo para seguir adelante de Spiriman: su mujer doctora y sus 4 hijos

Spiriman anunció hace unas horas que sufría cáncer de nuevo

Spiriman tiene un cáncer de pulmón "muy agresivo" y que esta vez "ha vuelto con fuerza". El conocido médico, de nombre Jesús Candel, se dio a conocer hace unos años a raíz de las conocidas Mareas Blancas. Se trataban de marchas de sanitarios y ciudadanos contra la mala gestión el gobierno andaluz en materia de salud.

Hace unos meses había anunciado que la enfermedad era ya historia. "El cáncer ha desaparecido de mi cuerpo", apuntó. Sus declaraciones en aquel momento generaron mucha polémica tras decir que "se cura quien quiere".

Pero poco más se sabe de Spiriman. Pese a contar con un importante número de seguidores en las redes sociales nunca ha dicho nada de su vida privada. 

Jesús Candel, Spiriman, en un 'selfie' hecho en su casa.
El médico granadino Jesús Candel ha anunciado una recaída de su cáncer. | Twitter

Ejercía de médico de urgencias en Granada, donde tenía fijada su residencia. Está casado con una compañera de profesión y tiene cuatro hijos. Ellos son el motor de su vida y los que le animan a seguir luchando.

En la ciudad andaluza no era un desconocido. Antes de liderar las protestas contra la gestión del PSOE en la comunidad ya era popular por un deporte que inventó su abuelo, el spiribol. De ahí su apodo de Spiriman

Dicha disciplina también dio nombre a una ONG que tiene el objetivo de ayudar a niños con problemas. Y para ello se apoyan en la actividad física. Famosos como Sara Baras o Carles Puyol no dudaron en colaborar con ellos.

Hubo un momento en su vida que le hizo replantease el futuro. Fue durante una noche de urgencias, cuando estuvo a punto de ver morir a un paciente sin poder hacer nada por él. Se trató de una situación límite que atribuyó a los recortes de la administración.

Pensó en dejarlo todo y apartarse de la medicina, pero su esposa le animó a seguir adelante. A partir de ahí se prometió que dedicaría sus esfuerzos a combatir esa falta de recursos.

Spiriman consiguió ganarse a la gente

Como la mayoría de los profesionales de la salud, Spiriman comenzó con un contrato precario. Vio como la Junta de Andalucía fusionaba dos centros médicos para ahorrarse gastos. Su lucha empezó en las redes sociales, donde fue desgranando de una manera muy peculiar la gestión de los políticos.

Pero no se conformó con hacer ruido en estas plataformas. Su discurso caló hondo entre los ciudadanos. En su primera protesta logró sacar a la calle a decenas de miles de vecinos de Granada.

Solo contaba con reunir a unas 200 personas para hacer un vídeo. Sin embargo, la respuesta de los ciudadanos le sorprendió para bien. Más tarde las reivindicaciones se extenderían a Jaén, Málaga y Huelva.

Por momentos, Spiriman se convirtió en un referente, en un líder que no se mordía la lengua y que hablaba claro. "Es indignante que con los medios que tenemos la situación funcione tan mal", dijo en su día.

Aseguraba que estaba "hasta las narices, estoy cansado de tanto chupatintero que existe en mi profesión. Y de tanta gente que se calla porque su culo depende de eso". Todo esto tras protestar por una nueva fusión de hospitales.

Su lucha le llevó incluso a los tribunales. Empleaba un lenguaje ofensivo y desbocado, con los políticos en su punto de mira.

Foto del personaje
Spiriman durante una concentración. | Cedida

Cargó con dureza contra la expresidenta Susana Díaz. La señaló como instigadora de unas pintadas amenazantes que aparecieron en su casa.

También dijo de ella que lideraba "una organización criminal", llamándola "hija de puta". Eso le hizo ganarse una demanda. A la política se le unieron otros compañeros de profesión, mujeres, periodistas y hasta fiscales. 

El médico fue apartado

No duda en descalificarlos y utilizar todo tipo de mofas con tal de dejarlos en mal lugar. Incluso el Colegio de Médicos de Granada le sancionó con un mes sin poder ejercer la medicina.

Este organismo entendía que defendía "la sanidad pública y del paciente", pero había "otros procedimientos internos" para hacerlo. "Sin necesidad de proferir insultos en las redes sociales de otros colegiados", señalaban.

Más tarde, la Fiscalía acabaría actuando tras las constantes amenazas e insultos que vertía Spiriman en redes sociales. "Sinvergüenza, víbora, mierda, tonta del culo" y otras expresiones malsonantes le hicieron merecedor de esta denuncia.

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