Kiko Hernández tiene fama de ser el malo de Sálvame. Es el colaborador al que más temen sus compañeros. No suele morderse la lengua ni tampoco tiene reparo en dejar en mal lugar a los tertulianos que le acompañan en el plató.
Su última víctima volvió a ser una vez más Lydia Lozano. Un comentario desafortunado hizo que la periodista rompiera a llorar en directo y que incluso se marchara del estudio. Eso sí, en esta ocasión él recibió un tirón de orejas por parte del resto de colaboradores.
Kiko ha comprobado en las últimas horas como perdía apoyos y se esfumaba esa inmunidad con la que contaba. La polémica se desató con motivo del funeral de Jesús Mariñas. Lydia le recordó como un gran maestro y señaló que tenía una gran relación con él.
Pero esta dedicatoria fue aprovechada por el exconcursante de Gran Hermano para criticarla. "Vas al funeral y dices que le tenías mucho cariño y que era un maestro. Pero ayer, antes de ir, dijiste aquí delante del público: «Qué pereza me da ir»".
Aquello fue interpretado como un golpe bajo por parte de su compañera, que no salía de su asombro con lo que estaba escuchando. Rompió a llorar de inmediato consciente de la repercusión que podrían tener estas palabras.
La mayoría de seguidores comprendió lo que quería decir, y detrás de ese comentario no se escondía ninguna mala intención. Rápidamente, Carmen Alcayde trató de defenderla. "A mí también me daría pereza ir al funeral de mi amigo, no es algo agradable que te apetezca hacer", señaló.
Fue una de las pocas voces críticas que reaccionó contra el colaborador. En el momento, nadie más se atrevió a discutir con él.
Pero Kiko Hernández se encontró este miércoles con nuevos enemigos. En esta ocasión fue Gema López la que salió a defender a Lydia. Le recriminó el comportamiento que tuvo con ella en un asunto tan sensible.
"Yo te vi desde mi casa y te puse verde. Me pareció muy sucio lo que hiciste", soltó la tertuliana visiblemente molesta. Un ataque que no gustó demasiado al colaborador, que no dudó en ofrecer su versión de los hechos.
Aseguró que "es lo que llevamos haciendo en Sálvame desde que comenzó. Si te parece que aquí trabaja gente tan mala, no vengas cuando te llamen para trabajar", recalcó.
Añadió que eso formaba parte de la filosofía del programa. Si llevaban tanto tiempo en antena era gracias a ese tipo de conflictos. Dejó entrever que eso era lo que les reclamaba la audiencia.
Kiko Hernández ya no es intocable
Kiko Hernández es uno de los grandes atractivos del programa. La productora sabe que su presencia siempre le añade un interés al formato. Cuenta con muchas fuentes y tiene capacidad para polemizar con sus compañeros.
Pero lo vivido en los últimos días en el plató de Sálvame quizás le deberían hacer replantearse las cosas. Fue algo insólito que no se recordaba en todos estos años. Por primera vez, la gente de su alrededor le echaba en cara sus comentarios tan desafortunados.
No es muy habitual este tipo de reproches en directo, ya que dejan en muy mal lugar al protagonista. Todo hace indicar que el colaborador ya no es intocable y que ha perdido la inmunidad de la que gozaba.
Kiko se llevó una tremenda decepción con la gente que tiene a su alrededor. Nunca pensó que le atacarían de esta manera. Estaba acostumbrado a actuar así, pero posiblemente se lo piense dos veces antes de volver a arremeter contra alguien.