Emma García asume que le quedan muy pocos días al frente de Viva la vida. Está previsto que a finales de julio la cadena cancele el programa. Esto ha provocado que muchos de los colaboradores se encuentren más nerviosos de lo normal.
Saben que perderán su puesto de trabajo y no lo tendrán sencillo para hacerse un hueco en otros formatos de la casa. El pasado fin de semanas se vivieron en directo momentos de mucha tensión que obligaron a la vasca a intervenir.
Emma García se mostró muy molesta con la actitud de los tertulianos después de que se desatara un rifirrafe entre ellos. Raquel Mosquera fue la que inició el enfrentamiento tras reprocharle a Alejandra Rubio que le hiciera muecas mientras hablaba. Eso originó que el resto de colaboradores también levantara la voz para criticar el mal compañerismo de la peluquera.
La viuda de Pedro Carrasco, muy crítica con Rociíto, quiso denunciar los gestos de desprecio que le dedicaba la hija de Terelu. Ya se sabe que hay una estrecha relación entre las Campos y la ex de Antonio David.
"Una cosa es que digan algo que no es adecuado, otra cosa es hacer risas, muecas", le recriminó Raquel. Alejandra trató de defenderse asegurando que nunca había tenido intención de faltarle el respeto. "No todo gira en torno a ti", aseguró.
Continuó diciendo que "no te falto el respeto, cosa que tú sí sacando el tema de mi abuela". Este encontronazo entre las colaboradoras fue aprovechado también por Marina Esnal, que destapaba un comportamiento similar en otros tertulianos con ella.
Se vivieron unos minutos un tanto tensos, en donde los presentes en el plató no dejaban de pisarse. Todos querían responderle a la peluquera. En casa resultaba prácticamente imposible escucharles.
Emma García tuvo que sacar su carácter y reprocharles estos gestos con la audiencia. Entendía que se le estaba faltando el respeto a los espectadores que seguían el espacio desde sus casas.
"¡Qué os den y os buscáis la vida! Somos lo suficientemente mayores para escuchar todas las opiniones, con educación y respeto", soltó la presentadora. "No nos pongamos ahora a decir: «A mí me ha pasado esto», «cuando tú hablas, uno hace gestos...»".
Quiso dejarles claro que "cuando he visto algo, he entrado rápidamente". No quería que se le escapara el programa de las manos. Parecía que todos tenían cuentas pendientes con algún compañero.
La periodista vasca se interesó durante la tarde por el silencio de Isabel Rábago. Se mantuvo callada durante bastante tiempo. Aseguraba que no se trataba de nada personal con ella, pero sí que estaba harta de lo vivido al comienzo del espacio.
Explicó que "el tema de Rocío es muy complicado para todos. A mí que se me diga en un plató que me río, menosprecio, hago gestos y haya compañeros que se suban al carro. Me parece que como compañero es lamentable, sobre todo cuando ni siquiera te dan opción a contestar", apuntó.
Emma García, salpicada por el nerviosismo de los colaboradores
Emma García trató de defenderse después de las palabras que le dedicó Raquel Mosquera a Alejandra Rubio. "Una cosa es que uno se ría, o el otro sonría. Yo no he visto nada", señaló la comunicadora.
Aclaró que "normalmente, yo me puedo perder muchas cosas. Pero tengo un director, una subdirectora, al regidor, y en ningún momento me han hecho saber eso porque no lo hubiesen permitido", añadió.
Trató de calmar de esta manera a la peluquera, que estaba visiblemente alterada. No entendía que le hicieran burla cada vez que interviniera.
Emma trató de restarle importancia al enfrentamiento. "Hay veces que yo hablo y otros se ríen, pero no le doy importancia porque pienso que alguien ha dicho por lo bajo alguna tontería. Quiero pensar que no es hacia ti", defendió.