Diego Arrabal triste

La profunda reflexión de Diego Arrabal tras dejar atrás el coronavirus

Diego Arrabal ha regresado a su puesto de trabajo siendo una persona completamente renovada tras abandonar el hospital donde se recuperó de haberse contagiado de coronavirus.

Diego Arrabal ha vuelto al plató de 'Viva la vida' emocionado tras recuperarse del coronavirus. El paparazzi ha pasado un mes fuera de su puesto de trabajo a causa de, primero la borrasca Filomena y, después por contagiarse de coronavirus. Tras recuperarse, ha regresado al plató siendo otro

Los días en los que el colaborador ha permanecido ingresado en el hospital le han hecho reflexionar sobre las cosas importantes de la vida y la necesidad de seguir las normas por el bien de uno mismo. 

El paparazzi asegura haber dejado a un Diego Arrabal atrás y haber dado vida a uno nuevo tras esta desagradable y temida experiencia. 

«Si uno cumple las normas, uno evita el contagio. No lo hice bien. Me quité esa mascarilla esta tarde y al final nos contagiamos los cuatro compañeros. En urgencias piensas: ¿Por qué no luché más antes?», se cuestiona en el plató de Telecinco. 

Ahora, el paparazzi insiste en sus redes sociales a que las personas sigan las normas sanitarias a rajatabla y hace hincapié en que la mascarilla puede salvar a cada quién de tener que pasar por el mal trago de la enfermedad. 

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De hecho, el paparazzi ya había denunciado en su cuenta de Twitter antes de caer enfermo la realidad con la que cohabitan los usuarios de tren. Arrabal aseguró que el vagón en el que él viajaba estaba «repleto de pasajeros» y «un pasajero no llevaba la mascarilla», denuncio. 

Nace un nuevo Diego Arrabal

Tras verse postrado en una cama de hospital sin la compañía de su familia y temiendo por su salud, Diego Arrabal afirma que se ha convertido en una persona que sabe apreciar los pequeños detalles y encontrar la felicidad en ellos. 

«La primera bolsa de ropa que te hacen llegar venía con dos cartelitos de mi hijo y eso lo es todo», contó emocionado en la entrevista que le realizó Emma García. 

Por otro lado, el paparazzi se siente profundamente agradecido con todos aquellos que le han mandado mensajes esperanzadores o de apoyo y, en especial, más hondo le han calado aún aquellos que le han escrito a pesar de que en alguna ocasión Arrabal no se ha portado bien con ellos. 

«Los enemigos más grandes son amigos en ese momento. Al recibir tantos mensajes de gente a la que a lo mejor le he hecho alguna trastada, personajes famosos que he trabajo y me he escondido para hacerle fotos, me han demostrado que al mandarte un mensaje diciéndote que te mejores dice mucho», añadía.

Diego Arrabal confiesa cómo se contagió

El colaborador de 'Viva la vida' ha relatado qué fue lo que hizo mal y que le condujo a ser un paciente más de Covid. 

«Esto fue el sábado día 9 de enero, cuando cayó la gran nevada (...) Yo estuve toda la tarde tomando café con un compañero y, aunque estuve mucho tiempo con la mascarilla, al cabo de un rato me relajé y comencé a quitarme la mascarilla, a dejarla encima de mesa, a confiarme (...) Cuando me di cuenta llevaba dos horas sin la mascarilla, ese fue mi error. Yo me quité esa mascarilla esa tarde, estábamos tomando café, venía un amigo, lo saludaba, y al final nos contagiamos cuatro compañeros», explica. 

Diego Arrabal confiesa sentirse molesto con él mismo por haberse relajado ante el virus que durante un año ha demostrado su capacidad de arrebatarle la salud a todo aquel que se encuentra a su paso. «Me fastidia mucho el no cumplir las normas que yo tenía que haber cumplido», confiesa. 

Su descuido no solo le pasó factura a él sino también a su mujer. «Me infecto, mi mujer también y la primera semana ella tiene dos días mal pero yo estoy fenomenal. Me creía que todo iba a ser así y a la semana empieza a subirme la fiebre y no había manera de quitarla», asevera. 

El paparazzi acudió al hospital de Marbella con una «neumonía bilateral». Los médicos que valoraron su estado de salud consideraron tras realizarle una placa que la mejor decisión era hospitalizarle. 

«A los doctores les preocupa la analítica y deciden por mi bien ingresarme. Llegué respirando bien, lo único que tenía era la fiebre. Cuando llevaba dos o tres horas empiezo a no respirar bien. No sé si era del susto, del miedo, no quería dormir por si pasaba algo», recuerda. 

«Cuando tú estás en esa sala de urgencias rodeado de veinte o treinta personas te das cuenta de lo que sucede (...) Unos no pueden respirar, otros se ahogan, a uno se lo llevan de urgencia, a otro lo tienen que intubar... la verdad es que se te cae el mundo encima y todo se convierte en algo insignificante y tienes miedo de absolutamente todo (...) Cada vez que lo recuerdo me pongo mal, no sabía lo que me iba a pasar», confiesa emocionado. 

Ahora, recuperado, Diego Arrabal se lleva consigo una gran lección: «Lo que yo siento ahora mismo por dentro es distinto, yo he cambiado (...) Lo he pasado mal pero esto me ha hecho más fuerte», puntualiza.