José Luis Gil es uno de los actores más queridos de la televisión en España. Sus papeles como Juan Cuesta y Enrique Pastor en Aquí no hay quien viva y La que se avecina le catapultaron a la fama. Con anterioridad había destacado en el teatro y como actor de doblaje.
El pasado 4 de noviembre sufrió un infarto cerebral que le llevó a permanecer 22 días hospitalizado. Sus compañeros de reparto estuvieron muy pendientes de él en todo momento. Durante todo ese tiempo, quién no se separó de él ni un solo instante fue su mujer, Carolina Montijano.
Ella ha tratado de mantenerse siempre en un segundo plano, consciente de que José Luis era el conocido. A simple vista es posible que pase desapercibida para la mayoría de espectadores, pero su voz puede resultar familiar. También se ha dedicado al mundo del cine y de las series, pero en su caso como dobladora.
Se encargó de poner voz a personajes conocidos de producciones como Los Soprano, Sexo en Nueva York o True Blood. Son muchos años en este sector, siempre al lado de su marido.
Precisamente, el actor que da vida a Enrique Pastor en La que se avecina explicó en una revista cómo se habían conocido. Fue en un rodaje, "los dos teníamos una edad muy parecida y la misma profesión". Tenía claro que no resultaba nada sencillo compaginar su vida profesional con la familiar.
De ahí que Carolina Montijano le entendiera mejor que nadie, sobre todo porque sabía lo que implicaba el mundo de la interpretación. "Este es un trabajo de continuas renuncias, pero soy consciente de esa carencia", señalaba él respecto al tema.
Contaba que la conciliación "no siempre es fácil, pero a estas alturas de nada sirve lamentarse". Pero por suerte, la pareja ha sabido entenderse y complementarse a la perfección pese a todo.
José Luis Gil tuvo que afrontar un momento delicado cuando la fama llamó a su puerta. Nunca había experimentado esa sensación que a simple vista pudiera parecer muy agradable. Pero en su caso "me cambió la vida", aseguró.
Le afectó bastante "por más que yo intenté tomármelo con naturalidad. La popularidad es consecuencia del trabajo de un actor" Sin embargo, que "todo el mundo te reconozca por la calle llega a ser agobiante", apuntaba.
Es posible que echara de menos épocas pasadas, en donde pasaba inadvertido. Con tan solo 20 años había fichado por un estudio de doblaje, dedicándose a ello durante 25 años. Le puso voz a actores como Tim Allen o Patrick Swayze.
Esta labor la fue compaginando con el teatro, que era su otra gran pasión. Hasta que le llegó la oportunidad de Aquí no hay quien viva, donde su papel tuvo más trascendencia de lo que se pensaba inicialmente.
José Luis Gil tiene tres hijos con Carolina Montijano
José Luis Gil ha tenido tres hijos con Carolina Montijano. Uno de ellos es ingeniero informático, mientras que una de las chicas trató de hacerse un hueco en el mundo de la interpretación. Sin embargo, en vista del éxito que tenía su padre decidió darle un giro a su carrera profesional y dedicarse a otra cosa.
El actor es consciente de que su trabajo le ha hecho perder "muchos momentos" familiares importantes. Por eso le agradecía a los suyos que fueran "muy comprensivos" con él. Aseguraba, además, que tanto para su mujer como para sus hijos, siempre "hace bien" sus interpretaciones.
Se puede decir que se ha pasado media vida subido a las tablas del escenario. El teatro le ha reportado mucho también en el plano profesional. A sus 64 años y pese al tiempo que le exige la televisión, no duda en seguir participando en varias obras.
José Luis Gil valora "la cercanía que hay entre el público y los actores, los gestos, que es lo que le diferencia de lo demás". En los últimos meses participó en la función Eduardo II. Ojos de niebla.