Carmen Sevilla vive los últimos días de su vida en una residencia de Aravaca (Madrid). Allí ingresó en 2015 después de que se le diagnosticara alzhéimer. En el centro está muy cuidada y recibe todo tipo de cuidados para conseguir que su estancia sea lo más agradable posible.
Las muestras de cariño son constantes. Todas las semanas recibe dos visitas muy especiales. La de su hijo, Augusto Algueró, y de la su amigo Moncho Ferrer.
La familia de Carmen quiere mantenerla alejada de cualquier curioso o amigo interesado. De ahí que hayan restringido tanto sus contactos. Además, ya no reconoce a nadie y quieren que permanezca lo más tranquila posible a sus 91 años.
"La mimamos y le damos cariño. Este sábado vamos a ir su hijo y yo. Pero no solo el sábado, todas las semanas vamos", explicaba Moncho a El Español el pasado mes de octubre.
Cuenta que "su día a día es tranquilo y relajado. Tiene una fortaleza increíble y todo sigue igual, afortunadamente".
Carmen Sevilla ha vuelto a ser noticia en las últimas horas por la publicación de una nueva biografía. El autor es el periodista Alfredo Sánchez, que recoge en su obra las últimas imágenes de la artista antes de que se agravara la enfermedad.
Desde hace diez años vive totalmente alejada de los medios de comunicación. Solo se sabe que ingresó en un centro y que allí disfruta semanalmente de la compañía de su hijo Augusto.
Aseguran que la soledad marcó gran parte de su vida. En primer lugar cuando optó por retirarse a vivir a la finca Herrera del Duque junto a Vicente Patuel. Más tarde cuando enviudaría, y por último por culpa del alzhéimer.
Trató de mantenerse activa hasta que la cabeza se lo permitió. Estuvo trabajando en Cine de Barrio hasta que cumplió los 80 años. Todavía se recuerda su emocionada despedida delante de las cámaras.
Durante su juventud protagonizó un buen número de películas, pero al conocer a Patuel tomó la decisión de retirarse. "Yo quiero tenerte a ti, no que hagas cine", le dijo su entonces marido.
Carmen Sevilla, siempre muy transparente
Carmen Sevilla no tenía inconveniente de hablar de su vida y de sus parejas. Del compositor Augusto Alguero, su primer esposo, admitía que "yo le inspiraba de qué manera..., pero luego se iba con otra". También confesaba pequeñas discusiones con Vicente, pero siempre encontraban la manera de reconciliarse.
Precisamente de su relación con Algueró nació su hijo Augusto. Él siempre ha estado muy pendiente de ella, con un contacto permanente en busca de su bienestar.
"Está muy bien, está cuidada, muy mayorcita", desvelaba hace unas semanas. "Todas las semanas la veo y, gracias a Dios, veo que no tiene ningún sufrimiento, ningún dolor", añade. Cuenta que los "médicos me dicen que estemos tranquilos, que no está sufriendo".
La artista siempre será recordada por una generación de españoles por su faceta de presentadora en Telecinco. Después de un tiempo retirada en el campo, le surgió una propuesta que no pudo rechazar. Valerio Lazarov le ofreció ponerse al frente de Telecupón a comienzos de la década de los 90.
En ese espacio consiguió sacarle mucho partido a su faceta más divertida y cómica. Sus errores y despistes son muy recordados.
Más tarde sería TVE la que le diera una oportunidad a Carmen. Fue para reemplazar a Parada en Cine de Barrio, donde estuvo de 2004 a 2010.
En aquella época la enfermedad empieza a llamar a su puerta. Con los años se fue agravando, hasta el punto de que ya no reconocía a nadie, ni siquiera a su hijo. A partir de ahí, su familia entendió que lo más razonable era ingresarla en un centro especializado, donde vive desde 2015.
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