Carmen Bazán, como cualquier madre, se preocupa mucho por todos y cada uno de sus vástagos. Precisamente así es como está ahora por su hija, Carmen. El motivo es que esta se encuentra sufriendo mucho por la reciente ruptura con su novio, Luis Masaveau.
Ante esta circunstancia, las dos se hallan más unidas que nunca y la matriarca está pendiente en todo momento de aquella. Se ha convertido en su principal apoyo y respaldo en estos duros instantes.
Carmen está al lado de su hija
Como hemos mencionado, siempre Carmen Bazán y su hija han tenido una estrecha relación. Tanto es así que incluso cuando la primera tuvo que ser operada de la cadera, se marchó a vivir con la joven una temporada. En concreto, estuvo un tiempo de recuperación en la vivienda que esta compartía con su pareja.
Por esta unión que tienen, ahora la matriarca de la familia ha pasado a ser el paño de lágrimas de aquella, según La Razón. Después de diez años de relación con Luis, 'la Jesulina' ha roto con él. Y esto la tiene realmente hundida.
Tenían una historia de amor consolidada y habían conseguido superar todo tipo de obstáculos, pero ahora todo se ha deshecho. Al parecer, lo que les ha llevado a separarse ha sido la distancia. Sí, porque él estaba trabajando en Portugal y ella había preferido volver a España, tras no adaptarse al país vecino.
Recientemente se daba a conocer esta ruptura, que parece haberse producido ya hace unos meses. Y lo que se sabe es que ella se encuentra destrozada. Lo está porque sigue muy enamorada de Luis, por el que incluso llegó a dejar la televisión.
Sus hermanos la están respaldando en este momento. No obstante, es su madre su principal apoyo. Es quien la está consolando y quien la anima a seguir adelante.
Es quien le recuerda que la vida continúa y que debe aferrarse a quienes la quieren así como a sus proyectos profesionales. Nos referimos al hecho de que ella tiene en mente poner en marcha una escuela de yoga en Marbella.
Carmen Bazán y su complicado año
La ruptura sentimental de su hija con su chico, con el que Bazán tenía una buena relación, no es el único revés que ha sufrido la madre de la familia. Este año ha sido muy duro para ella por otros motivos.
Como ya hemos expuesto, tuvo que ser intervenida de la cadera y la recuperación no ha sido nada fácil. Ha requerido mucho esfuerzo, cuidados y el tener que moverse con la ayuda de un andador.
De la misma manera, hay que recordar que el pasado mes de abril sufrió un fuerte varapalo. En efecto, perdió la casa en la que vivía en El Bosque. Vivienda en la que residía sola y que le permitía estar cerca de la finca Ambiciones y de sus hijos Jesulín y Víctor.
El motivo de que se quedara sin su hogar fue que no pudo hacerle frente a los gastos del citado en los últimos meses. Gastos que sufragaba como podía porque su único ingreso es su pensión de 500 €.
Situaciones todas estas que han hecho que el 2021 sea especialmente duro para Carmen. Eso sí, no hay que obviar que no todo han sido reveses. También ha tenido alguna que otra buena noticia.
En este sentido, la mayor alegría que ha vivido ha sido el nacimiento de otro nieto. El pasado mes de marzo fue cuando vino al mundo Brenda, la tercera hija de Víctor y Beatriz Trapote. Una niña que le ha sacado más de una sonrisa en este tiempo.