Guapa, exitosa y con un talento innato para la interpretación, así es Blanca Suárez, una de las mayores 'it girl' de nuestro país. Como todos los que se dedican al mundo del cine o del teatro, la joven no está atravesando su mejor momento, aunque eso sí, no paran de lloverle propuestas.
Esta semana, la madrileña acudía por primera vez a un acto presencial, concretamente al de Guerlain, donde asistía en calidad de embajadora de la marca a la que representa desde hace ya tres años. Pese a que le encanta ejercer como embajadora de la marca, Blanca recalca que su profesión no es esa.
«Me dejo aconsejar por ellos, pido consejos, colaboro e intento ir más allá. Es una relación de confianza, de tú a tú, a poder ser larga en el tiempo, de hacer pequeñas familias. No soy modelo, mi trabajo es otro», confiesa.
Actualmente, al igual que antes del coronavirus, Blanca Suárez se encuentra grabando 'Jaguar', la nueva serie de Netflix que podrá verse a principios de 2021 si toda va según lo previsto. Tras su paso por 'Las chicas del cable', la joven vuelve a apostar por esta plataforma digital que tantos buenos momentos le han dado.
Con tan solo 32 años, a la joven no le faltan proyectos y además de presentar nueva serie también estrena en el Festival de San Sebastián 'El verano que vivimos'. Fiel defensora de la cultura y del arte, la actriz lanza un mensaje a todos aquellos que creen que ir al cine o al teatro es inseguro.
«He ido al cine, al teatro y estupendamente. Me siento más insegura paseando por la calle, y no soy hipocondríaca. Las medidas son impecables, la gente está ahí en su sitio, no te puedes quitar la mascarilla, todo está quieto y controlado. Voy por la acera y hay gente fumando, con una cerveza, mantener la distancia es difícil... Me parece un planazo, mucho más controlado que cualquier otro», comenta la ex pareja de Mario casas.
Pese a que tiene varias películas y series a sus espaldas, Blanca Suárez reconoce que no es oro todo lo que reluce. «No me paso el día descartando ofertas. También me han dicho ‘no’, eso es lo normal. El hecho de no hacer cosas es lo normal. Partimos del no. No es personal, no pasa nada. Aunque lo pases mal al momento, somos lo que somos gracias a lo que hemos vivido», confesaba.
Eso sí, al joven también recalca que hay más cosas positivas que negativas en su profesión: «Hay gente a la que quiero mucho, a la que llamo y saben mis miserias. No en cada proyecto y no muchísimos, pero hay».
Con 4,4 millones de seguidores en Instagram, más que toda la ciudad de Madrid, la intérprete de series como El internado y El barco o de películas como El bar, de Álex de la Iglesia, o La piel que habito, de Pedro Almodóvar, la joven intérprete asegura estar muy feliz pese a todos los aspectos negativos de su trabajo, como es la pérdida de privacidad.
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