Jesulín de Ubrique es sinónimo de uno de los toreros españoles que mayor reconocimiento ha logrado. Ha llenado plazas durante su longeva trayectoria profesional, y sus fieles seguidores lo han animado allá donde iba.
Sin embargo, Jesulín que ha vuelto a ser padre a sus 48 años, se encuentra en una etapa distinta. Con más de dos décadas de matrimonio junto a María José Campanario y cuatro hijos en común, el toreo ya no es una prioridad para él.
Ahora su familia se ha convertido en el eje central de su vida, dejando en un segundo plano todo aquello, que no tenga que ver con los suyos.
Su hijo Hugo, la gran ilusión del matrimonio Ubrique-Campanario
La nueva ilusión del matrimonio llegaba sin ser planeada. Pero lo que está claro es que el pequeño Hugo ha supuesto todo un revuelo de alegría y felicidad para el matrimonio. Y que han cambiado las prioridades tanto de Jesús como de María José.
Según comentaron a los medios hace un par de meses, este embarazo habría sido mucho más relajado que los anteriores. Tanto es así, que el diestro aseguró haber podido estar mucho más presente durante el embarazo.
Con la llegada del nuevo hijo, Jesulín de Ubrique se plantea su carrera profesional desde una perspectiva mucho más relajada: "Mis años de gloria ya pasaron. Además ya tengo 48 años de los cuales 33 se los he dedicado a los toros” comentaba el diestro.
Algo que también le genera más tranquilidad y seguridad a su esposa María José Campanario. De la misma manera, su hija Andrea Janeiro, fruto de su relación con Belén Esteban, también lo apoya con esta decisión.
Jesulín de Ubrique reapareció en los ruedos tras volver a ser padre
Aunque Jesulín de Ubrique ha optado por relegar su faceta de torero a un segundo plano, cierto es que nunca se desvinculará por completo.
Hacía más de dos años que el diestro no se le veía por los ruedos, y ahora tras volver a ser padre, hizo una gran aparición en el centenario del coso de la localidad zaragozana de Maella.
En dicha plaza de toros, todo el público pudo ver a un Jesulín radiante y derrochando energía. Consiguió dos orejas y un rabo. Hechos por los que podría haber salido por la Puerta Grande. Sin embargo, decidió hacerlo andando.
Esta vuelta a los ruedos fue de lo más emocionante para él, puesto que no la hizo solo. Su hijo Jesús formó parte de ese público que clamaba su nombre, y que asistía asombrado a las habilidades de su padre.
La que no fue vista en la plaza de toros, fue su mujer María José Campanario, ni el resto de sus hijos. A sus 48 años, Jesulín de Ubirque, habría tenido que quitarse algún kilo para poder volver a pisar los ruedos.
Él mismo ha reconocido al periódico ‘La Comarca’, que habrá más apariciones: "Hay algunas cosas cerradas a lo largo del verano (...) "Ahora toreo porque me apetece y me encuentro muy bien".
Jesulín de Ubrique fue despedido al grito de “torero”. Donde pudo notar todo el apoyo del público que siempre lo ha seguido desde sus inicios. Y que tampoco dudó en parlarlo a la salida y a la entrada para poder tener una fotografía junto a él.
Y es que aunque Jesulín de Ubrique, ha reconocido estar ya alejado del mundo del toreo, siempre participará en eventos especiales como este. Aunque ahora su principal prioridad es su familia.