Anabel Pantoja por fin ha cumplido su sueño de casarse con Omar Sánchez en La Graciosa, pero la felicidad ha durado muy poco tiempo. La sobrinísima ha recibido una noticia que ha enturbiado sus primeras horas como mujer casada: podría recibir una multa de 7.000 euros.
Anabel Pantoja prometió que iba a cuidar su querida isla, aunque a la hora de la verdad se ha olvidado de su propósito. Socialité, programa de María Patiño, ha descubierto que la playa ha quedado en un estado lamentable.
Los invitados a la boda del año no han tenido en cuenta que estaban en un paraíso protegido y han tirado basura a la arena. Los espectadores de Telecinco se han quedado sin aliento al ver todas las botellas que han esparcido por la orilla del mar.
Un reportero de Patiño ha asegurado que Anabel podría recibir una multa para corregir su comportamiento. Lo cierto es que se ha dicho ya que la pareja podría haber contratado alguna empresa de limpieza que se habría encargado de arreglar el desastre.
Pero este no ha sido el único problema de Anabel. La colaboradora ha roto la relación con su primo Kiko, pues este no entiende por qué ha celebrado la boda después de lo sucedido.
El marido de Irene Rosales rechazó regresar a la graciosa porque no tiene ánimo de asistir a ninguna fiesta y la sevillana comprende sus motivos. Sin embargo, él no respeta que ella quiera seguir adelante con sus planes de boda, a pesar de que Isabel Pantoja ha autorizado el evento.
Socialité ha informado en exclusiva del último desprecio de Kiko: dejar de seguir a su prima Anabel en las redes sociales. Nadie entiende el motivo por el que está tan enfadado, pues en un primer momento aseguró que no tenía ningún problema con ella.
Anabel Pantoja exige respeto y comprensión
Anabel siempre ha sido muy prudente a la hora de hablar sobre Kiko Rivera y más desde que estuvieron una temporada sin tener contacto. Su mayor ilusión era ir acompañada al altar con las nietas de Isabel, a las que llama “sobrinas”, pues siempre han estado muy unidas.
Kiko decidió no dejar sola a su prima y llamó a Irene Rosales para comunicarle sus intenciones, algo que rompió el corazón de la colaboradora. Irene se llevó a sus hijas, consiguiendo así que la novia caminara hacia el altar sin su compañía.
La sobrinísima no quiere problemas con su familia, así que en ningún momento ha dicho nada que pudiera ofender a nadie. Sin embargo, ha sido bastante clara: quiere recibir el mismo respeto que ella da porque no se merece ser víctima de determinados ataques.
Anabel Pantoja ensucia la playa de La Graciosa
El equipo de Sálvame fue el primero en alertar a Anabel de los efectos secundarios que podía generar su boda en las playas de Canarias. Jorge Javier y sus tertulianos aseguraron que varias organizaciones ecologistas estaban en pie de guerra e iban a vigilar sus pasos muy de cerca.
La Graciosa es una isla pequeña y sus habitantes cuidan el entorno con esmero, algo que no ha sido respetado por los amigos del matrimonio. Se han olvidado de tirar a la basura varias botellas de agua, atrevimiento que está penado con miles de euros.
Como hemos dicho, parece que horas más tarde el problema podría haber quedado solucionado, aunque tampoco se trata de algo confirmado.
María Patiño ha destrozado el día más importante de su compañera. Le ha avisado de que podría perder mucho dinero y también ha asegurado que Kiko Rivera está muy enfadado con ella.
Irene Rosales considera que debe estar cerca de su marido, pues está atravesando uno de los momentos más duros de su vida. Sin embargo, nadie se ha preocupado por la sevillana, quien ha visto como la polémica se adueñaba de su boda.
La revista ¡Hola! ha sido el único medio que ha hablado con la protagonista del enlace, pues se comprometió con ellos a cambio de 60.000 euros. La influencer contará cómo se siente tras la pérdida de doña Ana y en qué punto se encuentra su relación con su primo.