Los jóvenes siguen siendo el principal objetivo para frenar la proliferación del virus. La actitud desenfadada y despreocupada que presentan algunos de ellos suponen un alto riesgo y un impedimento a la hora de poder controlar los contagios. Son algunos adolescentes los que se niegan a seguir las recomendaciones que las autoridades sanitarias han establecido, sin pensar que su actitud puede llegar a afectar de forma muy grave no solo a ellos sino a sus familiares más vulnerables.
Han sido decenas de testimonios los que se han recogido de gente joven que ha terminado contrayendo la enfermedad a pesar de tener un buen estado de salud, como el que recientemente se ha publicado en 'EspañaDiario' con la historia de Jacobo, un joven de 34 años sin patologías previas que ha terminado en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Pero cada día somos testigos de cómo las noticias informan de fiestas clandestinas donde se dan cita un gran número de jóvenes dispuestos a pasarlo en grande sin importarles para nada lo que está sucediendo en el exterior ni la pandemia que nos amenaza desde hace meses.
En este sentido, el gobierno de Canarias ha centrado todas sus energías para concienciar a los adolescentes sobre lo que supone irse de fiesta o no cumplir con las medidas de seguridad e higiene. Y lo ha hecho mediante un vídeo demoledor que no ha tardado en circular y que pone de relieve que las fiestas ilegales pueden acabar con la vida de nuestros seres queridos.
El cortometraje '+1'
Willy Suárez en un joven director que se ha marcado como objetivo llegar a los adolescentes — y no tan jóvenes— para que de una vez por todas hagan caso a las normas y no pongan en riesgo su vida ni la de los demás. Suárez ha grabado un cortometraje de poco más de 1 minuto donde pone de manifiesto la actual problemática que estamos teniendo. Y desde luego no ha dejado indiferente a nadie.
Al inicio del vídeo podemos ver a un joven que se encuentra de fiesta con unos amigos en una casa cuando recibe una llamada. Al otro lado de la línea se encuentra su madre que, con voz temblorosa, le pregunta dónde está. «Aquí en casa de Javi, estudiando, ¿por qué?» le miente el chico que aparece con la mascarilla en la barbilla mientras fuma un pitillo.
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Su madre le relata entonces que su abuela se encuentra muy grave ingresada en el hospital por coronavirus. «No creemos que salga de esta noche» le informa su progenitora. Al joven le cambia la cara y no entiende cómo ha pasado: «Pero si el otro día fui a verla y estaba perfecta...» comenta. «No sabemos cómo lo cogió si todos tuvimos mucho cuidado, ¿tú no habrás ido de fiesta?» le pregunta su madre.
En ese momento la cara del joven lo dice todo, la culpabilidad asoma en su rostro y sus ojos se llenan de lágrimas, pero lejos de contar la verdad, vuelve a mentir: «No» responde con la voz entrecortada. Al finalizar el vídeo se ve la cifra de fallecidos por coronavirus a la que se suma una víctima más (+1), la abuela del joven.
Las campañas de concienciación
El vídeo de Willy Suárez ha sido muy aplaudido y ya corre como la pólvora por las redes sociales pero no ha sido el único que ha impactado con un mensaje claro y conciso. El pasado mes de agosto, el gobierno de Aragón también publicó un vídeo donde se ven las manos de un joven cargando una pistola con balas.
En esta ocasión el mensaje —muy parecido al de Canarias— iba dirigido a la población que, siendo sospechosa de haber contraído el virus, sale a la calle poniendo en riesgo la vida de los demás. «Si crees que puedes haberte contagiado o estás esperando el resultado de una PCR, quédate en casa. Puedes ser la causa de la muerte de otro» dice la voz en off al tiempo que las manos disparan la pistola y se ve la imagen de una persona con mascarilla de oxígeno.
Sin duda campañas muy duras y directas destinadas a un público en concreto pero que calan en el resto de la población y que cuyo objetivo es frenar los contagios para protegernos a todos.