Una de las desapariciones más emblemáticas de todo el mapa nacional e internacional. La búsqueda de la pequeña Anna, desaparecida en Tenerife a manos de su padre, no cesa.
Olivia, la mayor de las dos, aparecía sin vida el pasado jueves en el fondo del mar.
Los hallazgos terminan en llegar y queda apenas un día para que el buque Ángeles Alvariño abandone la zona. La consternación ante el cierre sin encontrar a la de un año, se ha convertido en la principal protagonista de la escena.
De igual forma, también se apunta a que su progenitor podría no haber terminado con su vida y haber huido. Ahora todas las hipótesis tienen peso.
Sin embargo, el cuerpo de la benemérita cree en la hipótesis de que Tomás se suicidó el mismo 27 de abril, pero no hay cuerpo.
Por el momento no hay pruebas y los encargados del caso exprimen las últimas horas de la batida a bordo del buque del Instituto Oceanográfico. El objetivo es claro, localizar a Anna y a Tomás.
Por mar, tierra y aire, una búsqueda realmente completa. Cabe destacar que se ha activado una orden de busca y captura a nivel internacional. El motivo no es otro que la comisión de dos delitos agravados de homicidio y uno más contra la integridad moral en la vertiente de la violencia de género.
Son muchos los expertos los que apuntan que la forma de llevar a cabo el plan, sus movimientos, su actitud y personalidad, no encajan con un perfil de persona suicida.
En busca de Tomás
«Se ha podido suicidar, estamos de acuerdo, pero existe la posibilidad no descartable de que no se haya quitado la vida. Y si no se ha suicidado hay que buscarlo. Vamos a hacer un análisis rápido con algunos puntos importantes que no admiten discusión», explica Fernando Echegoyen, marino, perito náutico y una de las máximas autoridades de la materia en España.
«A Tomás le ven cargar seis bultos. Dos bultos, lamentablemente, se ha sabido que son las niñas. Otro bulto es la sillita, que aparece en el mar. Otro es la botella, que también aparece. Me siguen faltando dos. ¿No puede ser un traje de buceo y los plomos?», pregunta al aire el experto. «¿No puede ser que Tomás cuando llegó al puertito de Güímar se lo pusiera y llegara buceando hasta la costa, por ejemplo?». «No es una barbaridad. El barco aparece a una milla del puertito, no llega a dos kilómetros. Él es un chico fuerte, equipado, puede llegar perfectamente», deja entrever Echegoyen.
Volviéndose a apoyar en el auto judicial: «Vamos a hacer un análisis rápido con dos puntos importantes que no admiten discusión». «Tomás sale por la tarde a probar el barco, se va, regresa al barco con una serie de bultos y sale navegando. Según la jueza, en ese momento arroja a las niñas al mar, vuelve a puerto, pide que le presten un cargador de móvil, compra tabaco, es denunciado, y vuelve a salir al mar», analiza la situación junto a EL ESPAÑOL.
«El último mensaje del que tenemos constancia es de las 02:28 horas, que parece que se conecta a través de los repetidores que se ubican en la zona metropolitana de La Laguna», continúa.
Tomás Gimeno y las niñas Olivia y Anna
«El segundo hecho objetivo que no admite discusión: a las 17:37 horas del día siguiente, el barco de Tomás es hallado frente al puertito de Güímar, más al sur. He escuchado voces que dicen que el barco podía haber llegado hasta ahí a la deriva», indica el perito especializado.
«Lo mejor es hacer unos cálculos náuticos para explicarlo: desde el punto en el que arroja a las pequeñas al mar, que no debe de estar muy alejado del que tiene cuando está escribiendo sus mensajes, hay 12,6 millas náuticas. Son 23,3 kilómetros exactos. El barco llega desde donde arroja a las pequeñas, hasta donde es encontrado por la Guardia Civil a esa distancia. El cálculo me da una velocidad aproximada de 1,5 km/h. Eso es imposible. Desde un punto vista náutico, no hay esas corrientes tan fuertes que puedan llevar el barco hasta ahí, a esa velocidad. Es mucho más probable que pueda llegar navegando siendo tripulado por el mismo propietario del barco. Además, hay otra cosa. ¿En qué punto se encuentra en el mar la sillita del bebe?», insta el experto.
Así mismo, añade que: «Tomás va a ese punto exacto por algo. No creo que el barco llegue solo, él fue hasta allí», resalta Echegoyen al haber estudiado la situación.