Hace ya algún tiempo que los rumores apuntaban a que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, podría estar padeciendo una grave enfermedad. Y los medios de comunicación, que basaban sus análisis en los más recientes vídeos del dirigente ruso divulgados por el Kremlin, apuntan que su salud física y mental estaría deteriorándose considerablemente.
Ahora, un exagente de la KGB, el servicio de inteligencia ruso, lo ha confirmado en exclusiva al diario británico The Sun. El testimonio, el exespía ruso Boris Karpichkov, de 62 años y residente en Reino Unido, ha revelado que Putin sufriría parkinson y demencia en una etapa temprana.
Sin embargo, esta es una información que el gobierno quiere mantener oculta para que su presidente pueda seguir proyectando una imagen de hombre fuerte ante el contexto internacional actual. Y es que los servicios de seguridad del país ni siquiera informan del estado de salud de Putin a su círculo más íntimo.
La enfermedad que aseguran que estaría padeciendo
“Existe una gran preocupación de que Putin esté sufriendo numerosas afecciones de salud física, posiblemente debido a las lesiones deportivas durante su juventud”, explica Karpichkov. Concretamente, padecería demencia en un nivel inicial o alguna otra enfermedad relacionada con el deterioro cerebral.
De hecho, cree que, por su manera de andar, estaría sufriendo la enfermedad de Parkinson “u otro trastorno grave causado por algún tipo de cáncer, un tumor cerebral, por ejemplo”.
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Además, añade que la paranoia lo está volviendo loco. “Está, o al menos actúa, loco y obsesionado con ideas paranoicas. Él ve literalmente a todos, incluidos los que están dentro de los servicios de seguridad rusos e incluso dentro de su círculo más cercano, como traidores”, declara sobre el presidente. E incluso declara que “está tan obsesionado con sus ideas paranoicas que ahora se le puede comparar con el tirano de Stalin”.
Por otra parte, el exjefe del Departamento de Relaciones Públicas del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú, Valery Solovey, asegura que Putin tiene síntomas compatibles con el cáncer de tiroides o parkinson.
Asimismo, hace unos días se hizo pública la noticia de que Vladímir Putin se sometería a una intervención quirúrgica por el supuesto cáncer que padece. Un rumor que era difundido por General SVR, el primer medio de comunicación ruso que especuló sobre el estado de salud del mandatario.
“Los médicos insisten en que se necesita una operación, pero aún no se ha determinado la fecha”, asegura una fuente interna del Kremlin. De esta manera, tras la cirugía, quedaría incapacitado por una temporada. Un tiempo en que asumiría el mando su jefe de espionaje, Nikolai Patrushev, que pertenece a la línea dura del régimen.
Y es que la enfermedad que padece el presidente de Rusia estaría empeorando cada vez más. “Fue posible contenerlo durante algún tiempo, pero ahora el curso de la enfermedad está progresando”, explica esta fuente.