Sonia Ferrer, presentadora de televisión, se ha abierto en canal en sus redes sociales por una vivencia desgarradora que sufrió con solo 15 años. La conocida periodista ha querido contar la enfermedad que padeció cuando era una adolescente. Y lo ha hecho a colación de la muerte de la periodista Olatz Vázquez, que relató su dura historia de forma gráfica a través de sus redes sociales.
La muerte de la joven vasca a los 27 años por un cáncer mal diagnosticado ha puesto de manifiesto una realidad, oculta en ocasiones. Sonia Ferrer ha salido a la palestra para contar su caso íntimo cuando los médicos tardaron hasta tres años en diagnosticarle un tumor de huesos.
Este tumor que sufría la presentadora no le dejaba hacer vida normal, ya que el dolor de huesos que tenía que soportar era algo indescriptible. Un relato aterrador que ha dejado a sus seguidores con la boca abierta.
Ferrer ha utilizado su cuenta personal de Twitter para crear un hilo desvelando cómo fueron aquellos días de su adolescencia. Aunque ha pasado mucho tiempo desde aquello, Sonia no puede olvidar todo lo que pasó y confiesa haber tenido suerte porque aquella enfermedad no le provocó consecuencias a largo plazo.
Sonia Ferrer denuncia negligencias médicas en su diagnóstico
“Yo tenía 15 años y un tumor de hueso en la columna que me estrangulaba la médula. Una supuesta eminencia en traumatología le dijo a mi madre que tenía un dolor imaginario y que solo quería llamar la atención. Lo que empezó siendo ocasional, se volvió diario”, comienza diciendo en su primer tuit.
“Caía al suelo y convulsionaba con unos dolores inhumanos. Intentando calmarlos, me pinchaba Nolotil a diario y tomaba todo lo que llegaba a mis manos y claro, mi orina acabó manchada de sangre”. Así se explica Sonia Ferrer antes de relatar cómo no fue diagnosticada en un primer momento.
"Tenía ya 16 y un 'gran' urólogo insinuó delante de mi madre y mi abuela que viviendo sola en el extranjero, a saber con quién me habría acostado. Y qué infección podría haber pillado (vivía sola, sí, pero seguía siendo virgen aunque nadie parecía creerme)", prosigue.
"Un dentista me quitó las muelas del juicio porque sin duda se debía a un dolor reflejo. También llevé un alza en el zapato izquierdo porque un osteópata dijo que tenía una pierna un centímetro más larga que la otra. Llegaba a urgencias rompiendo la ropa con los dientes".
"Llorando y gritando porque el dolor era insoportable y me daban el alta diagnosticándome gases", cuenta la buena de Sonia Ferrer en Twitter.
"Acabó todo bien porque aquí estoy, caminando y bien, pero pudo no haber sido así"
Sonia Ferrer cambió de médico unas cuantas veces hasta que dio con uno que le diagnosticó correctamente, algo que no hicieron los anteriores especialistas.
"Y así, casi tres años hasta que el Dr. Frederic Font Vila pensó que aunque no tenía la edad de la estadística, podía tener lo que tenía. Con casi 18 años ya el tumor era demasiado grande para que el riesgo de tocar la médula al quitarlo no fuese casi inevitable", explicaba en sus redes.
Ferrer se congratula de que su caso acabase con final feliz después de tanto dolor, algo que, muchas veces, no siempre termina así.
“Acabó todo bien porque aquí estoy, caminando y bien, pero pudo no haber sido así. Nunca, ninguno, supo decir “no sé lo que te pasa”. ¿Tan difícil es? No sé bien qué me ha llevado a compartir esto, supongo que la historia de Olatz me ha tocado #DEPOlatz”, sentencia Sonia Ferrer en su hilo de Twitter.