La sección sexta de la Audiencia de Barcelona ha condenado a tres de los cuatro procesados de la conocida como ‘Manada de Sabadell’ por tres agresiones sexuales consecutivas cometidas sobre una chica de 18 años en una nave abandonada de Sabadell en febrero de 2019.
El tribunal ha interpuesto la pena más alta al único de los cuatro acusados que considera autor material de las violaciones, 31 años de cárcel.
Otros dos procesados han sido condenados a 13 años y medio de prisión como cómplices de la agresión, ya que estaban en el lugar de los hechos, no hicieron nada por evitar las violaciones y contribuyeron a crear «un clima de terror» que intimidó a la víctima en aquella nave abandonada.
El tribunal, formado por dos magistrados y una magistrada, da total credibilidad al testimonio de la víctima. De hecho, recoge que los cómplices «colaboraron de forma activa en crear el clima intimidatorio» y que «permaneciendo estos procesados como espectadores de las agresiones sexuales sin hacer nada pese a que con su presencia crearon el clima intimidatorio inicial bajo el que se desarrollaron».
La sentencia recoge que los tres condenados «participaron en la creación de un escenario de temor ambiental en todo el local, a modo como lo habría hecho una banda violenta».
En ella se dicta también la absolución de un cuarto acusado porque no se ha podido acreditar que estuviera presente en el momento de los hechos.
A pesar de que por este caso se sentaron en el banquillo cuatro personas, la joven agredida indicó que había hasta siete en la nave de Sabadell donde fue violada aquel fatídico día.
Lamentablemente, un segundo autor material se fugó antes de que las pruebas de ADN acreditasen su participación en los hechos y un tercero nunca ha logrado ser identificado a pesar de haber recogido muestras biológicas.
¿Qué ocurrió aquel fatídico día?
Eran alrededor de las 7 de la mañana del 3 de febrero de 2019 cuando la joven regresaba a casa tras celebrar un cumpleaños en compañía de unos amigos. De camino a su vivienda fue abordada por un hombre, que la llevó a la fuerza hasta una nave abandonada.
Allí, tal y como contó en el juicio, la chica, que por entonces tenía 18 años, fue violada tres veces, de forma consecutiva, en una habitación en el interior de aquella nave.
Un juicio duro para la joven
Durante este juicio, la víctima fue sometida a un complicado interrogatorio por parte del fiscal, que exigía elevadas penas de prisión para los acusados y ha visto satisfechas la mayoría de sus exigencias.
A pesar de que el objetivo del fiscal era corroborar todos los extremos de los hechos, la falta de empatía del fiscal llamó la atención y reabrió el debate sobre los procesos de victimización que sufren las víctimas de delitos sexuales a lo largo de todo el proceso penal. La fiscal delegada de violencia de género, Pilar Martín, criticó en el juicio la falta de «empatía» de su compañero al interrogar a la chica que sufrió tres agresiones sexuales consecutivas.Y es que hubo cuestiones que, según Martín, el fiscal debería haberle explicado a la víctima para que ella recibiera las preguntas de otra forma.
Finalmente, la sentencia ha sido culminada por los magistrados con una velocidad insólita. Y es que el juicio quedó visto para sentencia hace tan solo diez días.
Además de las penas de prisión, la resolución condena a los tres condenados a pagar las costas del proceso y les impone cinco años de libertad vigilada, que se aplica una vez sea cumplida la pena de prisión, y el pago de una indemnización a la víctima de 60.000 euros.