Sanidad y las comunidades autónomas buscarán hoy un plan conjunto para encarar la Semana Santa sin riesgo de contagios. Las autoridades sanitarias se reunirán esta tarde para coordinar las restricciones que se mantendrán en España hasta después de las vacaciones, y la idea es decretar una serie de medidas conjuntas para todo el territorio.
Ante el temor a una cuarta oleada de contagios que ponga en riesgo la campaña de verano, el ministerio de Sanidad planteará a las comunidades autónomas una serie de restricciones en el Consejo Interterritorial de Salud, esta tarde.
De allí puede salir el plan de restricciones definitivo con «actuaciones compartidas» para que los ciudadanos sepan con antelación qué pueden hacer y qué no. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ya fijó la semana pasada el día de hoy como fecha clave para conocer las restricciones de Semana Santa en España.
La idea con la que trabaja su departamento es prolongar las restricciones vigentes, lo cual implicaría mantener el cierre perimetral de las comunidades en marzo y abril, y seguir con el toque de queda hasta conseguir rebajar la incidencia acumulada por debajo de 50. En todo caso, la prioridad de Sanidad es conseguir un plan conjunto.
En su última comparecencia en el Congreso, Pedro Sánchez reconoció algunos errores en el último plan para frenar la tercera ola. Ahora, el Gobierno no quiere cometer los mismos errores y hará un esfuerzo mayor para coordinar medidas conjuntas en todo el Estado. Para ello tendrá que convencer al resto de las comunidades en el principal órgano de decisión, el Consejo Interterritorial de Salud.
Cierres y toque de queda
El director de Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, ya ha dejado claro que la reapertura de fronteras no está encima de la mesa. Sin embargo, la Comunidad de Madrid ha mostrado su disposición a hacerlo si las demás regiones se avienen a ello, y Valencia y Andalucía han dicho que lo están estudiando.
«Soy epidemiólogo y me interesa controlar la pandemia, y obviamente mis visiones difieren de la que puedan tener los empresarios», dijo Simón, «si las condiciones de transmisión no son las correctas para que se pueda tener un poco más de apertura, creo que no se debe ni plantear». Con el fin de rebajar la incidencia de casos, Sanidad se centra en «preservar la salud y seguir salvando casos».
Todas las declaraciones hechas desde Sanidad apuntan a que los españoles tendrán que vivir la Semana Santa encerrados en sus comunidades y con toque de queda nocturno. El Gobierno recuerda que estamos en pleno proceso de vacunación y que cualquier repunte de los contagios condicionaría los próximos meses.
La principal oposición al plan de Sanidad es, una vez más, Madrid. Los líderes madrileños han anunciado su intención de tomar «medidas sensatas y equilibradas» en función de la situación epidemiológica. En su última declaración, el vicepresidente y portavoz del gobierno de Madrid anunció su intención de levantar el toque de queda en pocos días y de compaginar la protección de la salud con la recuperación económica.
La gran mayoría, a favor
Sin embargo, la gran mayoría de las comunidades autónomas se alinean con la posición de Sanidad y es previsible que se acabe aprobando el plan conjunto. Así lo ha pedido Castilla y León, que considera que se deben tomar medidas de ámbito nacional «porque cuando se han hecho, ha ido bien». El departamento de Salud de esta comunidad se ha muestro dispuesto a aceptar el cierre perimetral y la ha valorado como una buena medida.
Por su lado, la Junta de Castilla y León ha pedido «aplicar un criterio de prudencia que sea homogéneo» en todo el territorio nacional. El presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, ha pedido directamente al presidente Pedro Sánchez que convoque a los presidentes autonómicos para consensuar una posición conjunta sobre las restricciones en todo el país, y su posible flexibilización de cara a Semana Santa.
El presidente murciano, Fernando López Miras, se ha mostrado preocupado ante una posible relajación de las medidas en un momento crucial para el futuro de la pandemia en España. Ha recordado que el personal sanitario está agotado y ha advertido de los costes que supondría una cuarta ola en estos momentos.
Valencia y Andalucía se mostraron receptivos a la petición de apertura de Madrid, pero el consejero andaluz de Salud, Jesús Aguirre, pidió al mismo tiempo prudencia en la desescalada. En su caso, recordó el peligro que suponen las nuevas variantes, e hizo una advertencia clara: «Una apertura rápida nos puede llevar luego a un paro en seco».