Rusia empieza a desesperarse. Hace dos meses, cuando decidió invadir Ucrania, pensaba que este proceso apenas se alargaría unos días. No contaban en ningún momento con la resistencia por parte de las fuerzas de Kiev.
En este tiempo, Putin no ha conseguido su objetivo de hacerse con el control del país. Sin embargo, sí que ha provocado un enorme daño en numerosas ciudades como Mariúpol o Bucha, entre otras.
En vista de todo esto, no descartan que Rusia decida dar un paso más en esta guerra. Podría extender el conflicto más allá de Ucrania, poniendo en su punto de mira a algún aliado.
El exjefe de seguridad británico, Peter Ricketts, indica que el mandatario ruso "cada vez está más desesperado por cortar el flujo de armas" a Kiev. Eso le llevaría a contemplar la opción de atacar una base de la OTAN que facilite el material militar al ejército de Zelenski.
En su opinión, no le temblaría el pulso para lanzar misiles contra "aviones y convoyes" de la Alianza Atlántica que se dirigieran a Ucrania. Quiere cortar de la manera que sea el suministro de armamento. Aunque eso implique involucrar a otros países.
El gran temor de los expertos es que este confrontamiento llegue a "un punto muerto, donde Rusia se aferraría a una gran parte del país". También sospechan que Ucrania no firmaría ningún acuerdo, ni se rebajaría a las exigencias de Moscú. Ante eso, lo más probable es que la guerra se alargara unos cuantos años, como si se tratara de una "guerra de guerrillas".
Siempre hay la incógnita de lo que podría hacer Putin. Es totalmente imprevisible. Dejan entrever que podría hacer uso de un arma nuclear en Ucrania, lo que resultaría dramático y aislaría por completo a los rusos.
Ricketts cree que Rusia pretende "limitar de alguna manera el flujo de armas hacia Ucrania". Y para ello se estaría planteando cargar contra alguna propiedad de la OTAN. No descarta que "podamos ver ataques a convoyes o aviones que lleven las armas desde el oeste".
Señala que en "el peor de los casos, posiblemente, algún tipo de ataque con misiles en una base de la OTAN". Allí es donde están preparando todo el armamento que requieren las tropas de Zelenski para plantarle cara. "Eso pondrá a los países de la Alianza Atlántica ante un verdadero dilema", sostiene el exjefe de seguridad británico.
En las últimas semanas, ya se había especulado con la posibilidad de que el mandatario ruso pusiera en su punto de mira a otros estados. Sobre todo a aquellos que estaban más próximos a Ucrania y que habían actuado como aliados con ellos. Era el caso, por ejemplo, de Polonia.
Pero esa posibilidad parece, de momento, muy remota. De actuar así, se expondría a arrancar una guerra a gran escala.
Rusia sigue con sus ataques
El final del conflicto parece bastante lejano. Rusia continúa asediando Ucrania, y este lunes bombardearon la ciudad de Leópolis, al oeste del país. Era una de las zonas más tranquilas y que se había librado de los ataques hasta la fecha.
Sin embargo, dejaron la muerte de al menos siete personas. Otro de los territorios sobre los que están operando es Mariúpol. Esta región costera está considerada como un punto estratégico para los rusos.
Las fuerzas de Ucrania han hecho todo lo posible por crear una resistencia en torno a la factoría siderúrgica de Azovstal. Pero los expertos advierten de que en cuestión de días Rusia conseguirá hacerse con el control, sobre todo si emplean "su abrumadora potencia de fuego".
Los encuentros entre ambos países son inexistentes desde hace tiempo. Es complicado que de esta forma lleguen al entendimiento.