Desde un principio se ha dicho que los trabajos de búsqueda de los cuerpos de Anna y Tomás Gimeno en el mar son muy complejos. La profundidad en la que se está trabajando provoca una gran dificultad.
No solo esto, sino que el equipamiento que hace falta para realizar tales trabajos es de lo más complejo y escaso. De hecho, en España hay únicamente un robot como el que se encuentra buscando los cuerpos.
El buque oceanográfico Ángeles Alvariño es el encargado de rastrear el fondo del mar de Tenerife para tratar de dar con los cuerpos de los dos desaparecidos.
En todo este proceso hay una pieza que es clave: El robot submarino con el que cuenta la embarcación, el 'Liropus 2000'. Se trata de un aparato de alta tecnología que cuesta alrededor de un millón y medio de euros y que lleva trabajando varios días sin cesar.
Precisamente, es esto lo que supone ahora un problema para continuar las labores de búsqueda. Y es que el robot necesita de un mantenimiento bastante exhaustivo.
Según publica en un artículo 'La Sexta', el 'Liropus' debe ser desmontado y limpiado profundamente cada 100 horas de trabajos. Es decir, cada 4 días enteros trabajando sin cesar, el robot necesita parar. Y necesita hacer porque, de no ser así, comienza a fallar.
De primeras no parece un grave problema, se para, se le realizan los arreglos necesarios y se vuelve a la búsqueda. Pero no, no se trata de un proceso tan fácil.
Hay que recordar que este robot cuenta con una tecnología muy escasa y particular, por lo que su mantenimiento no puede hacerse en cualquier lugar. De hecho, tan exclusivos son estos robots que en España solo hay uno y en todo el mundo 22.
Sabiendo esto, no es raro pensar que su mantenimiento no debe de ser tarea fácil. El proceso de mantenimiento y limpieza del robot es complejo y solo hay un lugar en España en el que se puede hacer.
Hay una empresa especializada con sede en Vigo que puede realizar estos trabajos. Sin embargo, hay todavía más problemas. Realizar todo el mantenimiento y la limpieza de su maquinaria puede llevar hasta varias semanas de trabajo.
Es, por lo tanto, inviable. Como muchos expertos ya han destacado, cada hora que pasa es más difícil encontrar los cuerpos de Anna y Tomás. Es por ello que tener que esperar semanas para poder volver a contar con el robot no es una solución.
Además, también se sabe que el buque tenía otros compromisos planificados antes de la desaparición de las niñas a los que debe acudir.
Ya se piensa en otras formas de continuar buscando los cuerpos
Así pues, se sabe ya que tarde o temprano el buque va a tener que abandonar sus trabajos, puede que esta misma semana. Es por ello que ya se están buscando alternativas para seguir con la búsqueda.
Por el momento se sabe que desde el Instituto Español de Oceanografía y el Ministerio de Ciencia se estaría tratando de encontrar algún robot similar al que ahora se está usando. Al parecer se estaría contactando ya con empresas del todo el mundo que los utilicen, como las de instalación de cables submarinos o plataformas petrolíferas.
Lo cierto es que se trata de una solución que no se sabe si se va a poder conseguir, por lo que se buscan también otras alternativas.
Una de ellas sería utilizar un pequeño submarino tripulado. Concretamente uno llamado 'Piscis VI'. Una nave privada estadounidense que ahora mismo se encuentra en Tenerife para un proyecto científico.
Ha sido el propio presidente del Cabildo de la isla, Pedro Manuel Martín, quien ha asegurado podría intentar utilizarse para la búsqueda. Sin embargo, todavía no se sabe si serviría para ello.
Lo cierto, por lo tanto, es que respecto a la continuidad de los trabajos de búsqueda de Anna y Tomás hay todavía mucha incertidumbre. Será a medida que pasan las horas cuando la cosa se vaya aclarando.