Las elecciones de Madrid han dado un vuelco al panorama político en España y el Gobierno es consciente de ello. El plan de Moncloa a partir de ahora pasa por promocionar la salida de la pandemia y la recuperación económica, y hoy Pedro Sánchez ha dado un primer paso reuniéndose por sorpresa con el rey Felipe el la Zarzuela.
La reunión que tiene lugar en la Zarzuela no estaba prevista en la agenda de la Casa Real, y se produce pocos días después de las elecciones madrileñas y el adiós de Pablo Iglesias de la política. A nadie se le escapa la importancia del momento, y la relevancia que tiene esta reunión entre el presidente del Gobierno y el jefe del Estado.
Pedro Sánchez ha acudido a la Zarzuela para presentar al rey su plan de recuperación para España. Lo ha hecho ante el rey Felipe acompañado de las cuatro vicepresidentas del Gobierno: la vicepresidenta segunda, Carmen Calvo, la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, la de Trabajo, Yolanda Díaz, y la de Transición Ecológica, Teresa Ribera.
La reunión a seis y al más alto nivel se produce sin Pablo Iglesias en el Gobierno, una circunstancia nada casual teniendo en cuenta las diferencias existentes entre el ex líder de Podemos y el rey Felipe. Es, además, la primera prueba de fuego de Yolanda Díaz, llamada a ser la nueva líder de Podemos con una línea más suave y diplomática.
En la reunión celebrada hoy en la Zarzuela, el presidente del Gobierno presenta el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Se trata de su gran apuesta para sacar al país de la crisis, y dado el contexto político adverso, es también su gran baza para afrontar lo que le queda de legislatura. En el horizonte están las elecciones generales de 2023, hacia las que el PP de Pablo Casado va lanzado tras su victoria aplastante en las madrileñas.
El plan de recuperación del Gobierno de Pedro Sánchez es un compendio de reformas que se quieren acometer con los 140.000 millones de euros de los fondos europeos. Se trata de un ambicioso plan para impulsar la economía, pero va más allá: quiere aprovechar la crisis actual para modernizar España y actualizar su situación con los países más avanzados de la Unión Europea.
Una reunión imprevista con un gran significado
En la agenda oficial de la Casa Real, que se hace pública todos los viernes, no constaba la reunión de hoy con el presidente del Gobierno y sus vicepresidentas. De hecho, el rey no tenía hoy ningún acto público programado. La reunión ha cogido por sorpresa a todos y ha causado un gran impacto por la solemnidad del acto y sus participantes.
El rey Felipe VI mantiene una relación constante con el presidente del Gobierno, con el que habla semanalmente, y además trata con algunos ministros con cierta regularidad. Pero normalmente esas reuniones no son públicas. Solo en algunos casos muy concretos se da relevancia a los encuentros, como por ejemplo durante el primer estado de alarma, en 2020. No hay duda de que el Gobierno ha querido dar un significado especial a la reunión, y por eso ha ido con la plana mayor a ver al rey Felipe. El plan de Pedro Sánchez para frenar el ascenso del PP pasa por dar visibilidad a la superación de la pandemia y la recuperación económica. Un plan al que contribuye la salida de Pablo Iglesias y la rebaja de la tensión.
Primer paso en la estrategia de Sánchez
Mientras el PP recoge los frutos de su victoria arrolladora en Madrid y los presenta en clave nacional como derrota del sanchismo, Pedro Sánchez promociona la salida del estado de alarma y el avance de la vacunación como logros del Gobierno. Sánchez quiere presentarse a las próximas elecciones con el cartel de presidente que logró derrotar la peor pandemia que se recuerda en España y el que consiguió sacar a España de la crisis. El plan de recuperación que hoy presenta ante el rey Felipe es una parte importante de la estrategia.
Pero además, la visita de Pedro Sánchez ante el rey Felipe quiere ser la primera imagen de un Gobierno renovado, ya sin Pablo Iglesias, que afronta un período de estabilidad. La llegada de Yolanda Díaz al liderazgo de Podemos y a la vicepresidencia marcan el cambio de perfil de los socios de coalición de Sánchez. La visita al rey Felipe es una oportunidad ideal para dar empaque institucional a este Gobierno renovado y más moderado.
Sánchez quiere acometer algunos cambios en el Gobierno para promocionar nuevas caras con un perfil más técnico y relevar a los ministros más impopulares. Pero estos cambios no llegarán, al menos, hasta después de verano. Y mientras tanto, Sánchez necesita frenar la euforia de la derecha y empezar a consolidar la imagen de la estabilidad y la recuperación.