La Guardia Civil acaba de encontrar los cuerpos sin vida de los dos hermanos desaparecidos en Los Santos de Maimona, Badajoz. Los cadáveres de Kikín y Antonio estaban en la casa que compartían con un tercer hermano, Rafa, que fue detenido ayer al oponer resistencia cuando los agentes querían acceder a la casa. Se confirma así el triste desenlace de este suceso, cuya investigación sigue en marcha.
El detenido tiene 58 años, y sus hermanos están también en torno a los sesenta. Los dos hermanos muertos llevaban cinco días desaparecidos, y la policía inició una tarea de búsqueda que ha llevado hasta el trágico hallazgo. Todas las sospechas se centran en el hermano vivo, que en un primer momento trató de obstaculizar el trabajo de los agentes con violencia.
Efectivos de la Guardia Civil consiguieron finalmente acceder a la vivienda de los tres hermanos extremeños, y durante la inspección se han encontrado los cuerpos. De momento no ha trascendido el estado de los cuerpos ni si hay signos de violencia, pero todo apunta al tercer hermano, que sigue detenido. Cuando los guardia civiles querían entrar en la vivienda, el hombre les amenazó con una horca para heno.
Los tres hermanos vivían en la casa familiar de sus padres y son conocidos en la localidad por cometer varios altercados. Al parecer se trataba de una familia problemática, y uno de los hermanos fallecidos era habitual de los servicios de un centro social del municipio. Fueron precisamente los trabajadores del centro quienes dieron la voz de alarma al notar que no había acudido en varios días. Los vecinos confirmaron que hacía días que no veían a los dos hermanos, y se abrió una investigación.
Tras detener al tercer hermano, los agentes acudieron con él a su casa para buscar pistas. Finalmente, el hombre no opuso resistencia y colaboró en la entrada y registro del domicilio. Sería en esa búsqueda cuando los agentes encontraron los cuerpos de los dos hermanos muertos. Ahora, la policía trata de aclarar la autoría y el móvil del crimen para resolver el macabro suceso.
Horas de tensión en torno a la casa
En la tarde de ayer se vivieron horas de tensión cuando Rafa amenazó a los agentes que querían entrar en la casa. Luego estuvo entrando y saliendo de la viviendo profiriendo insultos contras los vecinos y los agentes que vigilaban la zona. El hombre llegó a empuñar una horquilla cuando los policías trataron de acercarse a él, pero finalmente lo redujeron con un espray y una defensa.
Los hermanos mayores de Rafa desaparecieron hace cinco días en Los Santos de Maimona, una localidad extremeña de 8.000 habitantes. Una vez detenido, Rafa fue conducido a dependencias policiales, y cuando la policía se desplazó hasta la casa de los tres hermanos, un furgón lo trasladó hasta la zona acompañado de su abogado. Rafa les entregó las llaves de la casa a los agentes, que pudieron entrar sobre las 9 de la noche de ayer.
Mientras, la policía reforzó la seguridad de la calle ante la creciente expectación de los vecinos reunidos en la misma calle. Los agentes establecieron un cordón de seguridad a unos 100 metros de la vivienda, y a las diez empezaron el registro. En una primera inspección no se encontraron los cuerpos, y se suspendió la búsqueda hasta hoy por la mañana. Ha sido entonces cuando han aparecido los cadáveres.
Crónica de una desaparición
Kikín solía ir a cenar y recoger comida a un centro social, pero al ver que hacía días que no iba dieron la señal de alarma. Los vecinos aseguraron que también hacía días que no veían a Antonio, y que llevaba tiempo sin mover el coche de la puerta de su casa. El miércoles, dos agentes de personaron en el domicilio en el que viven los tres hermanos, y Rafa les dejó pasar. Estaba nervioso, y no les dejó pasar a algunas estancias de la casa. Donde sí pudieron acceder es a un corralón de la vivienda, donde vieron una cajas con unas manchas oscuras.
En una segunda visita, el hombre se encaró con los agentes y no les dejó pasar. Fue entonces cuando lo detuvieron, y lo llevaron a dependencias policiales para, después, conducirlo a una inspección ocular de la vivienda. El nerviosismo de Rafa, que amenazó con sacar la escopeta que tenía dentro de casa, hizo sospechar a los agentes. Después de ser detenido, negó saber donde estaban sus hermanos.