La tensión entre las dos almas del Gobierno, la que representan Pedro Sánchez y el PSOE, y la de Podemos con Pablo Iglesias detrás, sigue al rojo vivo. El nuevo enfrentamiento viene a raíz de la decisión del presidente de excluir al vicepresidente segundo de los ministerios que participarán en el reparto de los fondos europeos para la recuperación.
El único miembro de Podemos que estará entre los escogidos es Yolanda Díaz, la ministra de Trabajo. Sánchez margina así a los ministros morados en una de las cuestiones vitales ahora mismo: la gestión de las ayudas de la Unión Europea.
Las aguas parecían haber vuelto a su cauce tras la reunión de ayer entre Pablo Iglesias y Pedro Sánchez para negociar la prórroga de la prohibición de los desahucios. Una condición que el líder de Podemos había puesto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a cambio de enterrar el hacha de guerra tras semanas de tensión interna en la coalición.
Sin embargo, la tensión ha vuelto a aflorar al conocerse los ministerios que participarán en el reparto de las ayudas europeas. En Unidas Podemos entienden que el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, debería formar parte de la comisión, y además no ven con buenos ojos que diez de los once ministerios escogidos sean del PSOE.
La decisión ha sido tomada por el ministerio de la Presidencia que dirige Carmen Calvo, y ha causado revuelo entre las filas moradas que ahora exigen al presidente Sánchez una rectificación inmediata. La cosa se ha calentado tanto que Sánchez e Iglesias en persona se han sentado para tratar de llegar a un acuerdo.
Y es que Unidas Podemos ve en esta cuestión una oportunidad de oro para aplicar su agenda social. El ministerio de Trabajo que dirige Yolanda Díaz quiere presionar para que buena parte de los fondos de recuperación se destinen a la economía social, un sector entre lo público y lo privado que incluye a cooperativas, trabajo asociativo y organizaciones del tercer sector.
El resultado sería un modelo enfocado a la inclusión y la cohesión territorial y social. Algo muy alejado de las lógicas de mercado que defiende el sector económico del Gobierno tras el cual están la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño y el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá.
La comisión dependerá de Sánchez
En este fuego cruzado entre el sector social y el sector económico del Gobierno se encuentra el borrador de medidas urgentes para la modernización de la administración pública y la ejecución del plan de recuperación. Este plantea una reforma estructural para modernizar los procesos de ejecución presupuestaria y poner en juego cuanto antes los 27.000 millones de euros de los fondos europeos de recuperación.
Este decreto contempla la creación de cinco nuevos órganos de gestión de los fondos, tres de los cuales dependerían directamente de Presidencia. Pedro Sánchez anunció a finales de julio a los presidentes autonómicos que sería él mismo el encargado de liderar la gestión del fondo de recuperación a través de una nueva comisión.
Nadia Calviño, segunda de la comisión
El Gobierno tiene que aprobar ahora el borrador del decreto que confirmará el dominio de Sánchez en el reparto de los fondos. Según el texto, el presidente del Gobierno presidirá la Comisión para la Recuperación, Transformación y Resiliencia, y en ella participarán los ministros de las áreas co nmayor vinculación con los fondos de recuperación.
Eso supone la implicación de once ministerios de los cuales solo uno sería representado por un ministro de Podemos. El resto son socialistas: Nacia Calviño, Teresa Ribera, María Jesús Montero, José Luis Ábalos, Isabel Celáa, Reyes Maroto, Luis Planas, Pedro Duque, Salvador Illa y José Luis Escrivá.
La comisión será completada por el responsable del departamento de Asuntos Económicos y G-20 de la presidencia, Manuel de la Rocha, que ejercerá las funciones de secretario. Mención especial merece la viceministra Nadia Calviño, que sustituirá a Sánchez cuando no esté. Pero nada dice de Pablo Iglesias, que ha montado en cólera y exige una rectificación ya.