Los padres de menores que se encuentren de madrugada haciendo botellón en la vía pública podrían enfrentarse a fuertes multas. El comisario principal de la Policía Municipal de Madrid, José Luis Morcillo, advierte de sanciones económicas, pero también de medidas más drásticas.
Se llega a contemplar la pérdida de la tutela o la patria potestad de sus hijos. Las administraciones se están encontrando con un serio problema a causa del excesivo consumo de alcohol en las calles del país. Los agentes reconocen que muchos progenitores contactan con ellos preocupados por las responsabilidades que deben asumir ellos.
Morcillo explicó que "si encontramos a un menor en coma etílico, vamos a llamar al padre para pedirle explicaciones". Además, los agentes tendrán la obligación de poner en conocimiento del juez y de la Fiscalía estos casos que afecten a adolescentes.
La justicia podría condenarles por un delito de abandono. La práctica de botellón "puede acarrear una multa o en el peor de los escenarios, podían perder la tutela del niño o la patria potestad". Entienden que en ese tipo de situaciones "la seguridad del menor" queda totalmente vulnerada.
También quisieron lanzar un mensaje de advertencia a los mayores de edad que están siendo detenidos a causa de incidentes. Se han repetido en algunos puntos de España imágenes de chicos destrozando mobiliario urbano y enfrentándose a los agentes. Esas situaciones pueden pasarles factura con el tiempo.
Cuenta que eso implicará un juicio, y en el caso de ser condenados tendrán antecedentes. "Eso les puede complicar mucho la vida en un tema de viaje o trabajo". Sostiene que este tipo de detalles "siempre manchan y perjudican, y esto no lo saben los jóvenes".
El pasado puente del Pilar en Madrid se cerró con más de 1100 multas por consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública. 334 fueron el viernes, 321 el sábado, 173 el domingo y 266 el lunes. Pero más allá de estas sanciones el botellón deja otro tipo de secuelas.
La Policía Municipal y Nacional se vio obligada a detener a 106 personas por robos con violencia, con fuerza, agresiones y disturbios en los botellones. Las autoridades detectaron a ocho menores con intoxicación etílica.
Además, según detalló Morcillo, en ese periodo de tiempo atendieron 4000 llamadas, 600 de ellas con emergencias, contabilizando más de 130 accidentes de tráfico. Del medio centenar de controles de alcoholemia, resultaron imputadas más de 30 personas por conducir ebrias.
El botellón, un problema sin resolver
Hace unos días la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, descartaba que hubiera un problema en torno al botellón. Más bien creía que había muchos oportunistas que se aprovechaban de la situación para cometer actos vandálicos.
En cualquier caso, solicitó a la Delegación del Gobierno refuerzo policial para hacer frente a estas situaciones que se repiten cada fin de semana. Por su parte, el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, apunto que detrás de esos disturbios se esconden bandas organizadas.
La delegada del Gobierno descartó esta teoría al considerar que no responden a la estructura y jerarquía de lo que se entiende por banda. Cree que pese a "sacar todos los fines de semana a miles de agentes a la calle" no se solucionará esta problemática.
En su opinión, habrá que "abordar de una vez por todas cómo están saliendo los jóvenes de esta crisis". Sobre todo tras dos años con restricciones y en los que se aprecie un repunte de los botellones a altas horas de la madrugada. "Son horas en las que deberían estar en sus hogares", añade.
Hay que recordar que el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública está prohibido en la Comunidad desde 2002. En aquella época se encontraba al frente del Gobierno regional Esperanza Aguirre.
En todo este tiempo, se ha podido comprobar que la norma iba oscilando y que tampoco se le prestaba la suficiente atención a la medida.