El Gobierno de Pedro Sánchez apuesta por reducir la jornada laboral de los trabajadores en España a 35 horas semanales, según el proyecto de Agenda 2050 presentado esta semana. Su objetivo es poner en marcha una deliberación colectiva sobre el futuro del país tras la pandemia del Covid-19.
El Presidente del Ejecutivo español presentó este jueves a líderes empresariales y financieros un estudio, llamado ‘Fundamentos y propuestas para una Estrategia Nacional de Largo Plazo’, elaborado por un centenar de investigadores sociólogos, matemáticos, científicos, economistas y otros expertos en la materia de más de 40 universidades que hacía referencia a la jornada laboral.
En su objetivo 43, este estudio, en el que también han colaborado organismos internacionales y ONGs, propone «reducir progresivamente el número de horas trabajadas a la semana hasta situarlo en niveles similares a los de la UE-8». Esta media europea es de 35,4, mientras que en España se sitúa en 37,7 horas.
Además, este informe también aboga por aumentar la tasa de empleo del 62 por ciento actual hasta el 80 por ciento antes de mediados de siglo.
Este incremento deberá darse en todas las comunidades autónomas y en todos los colectivos sociales, especialmente en aquellos que en la actualidad presentan una tasa de inserción laboral inferior a la UE-8 como son los jóvenes, las mujeres y los mayores de 55 años.
Los expertos que han elaborado el informe también proponen aumentar la financiación de las políticas activas de empleo dedicadas a la formación hasta alcanzar el 0,25 por ciento del PIB en 2030 y el 0,4 por ciento en 2050. Además, es necesario reducir la tasa de desempleo a los niveles de la UE-8, 7 por ciento, antes de llegar a mediados de siglo.
Los más vulnerables
En el objetivo 38, el estudio defiende el aumento de la tasa de empleo femenino hasta equipararla, como mínimo, con la de los hombres, antes de 2050 y en el 39 reducir la tasa de desempleo juvenil a la mitad, asemejándola a la de la UE-8.
En cuanto a los mayores de 50 años, este informe apuesta por aumentar la inserción laboral de la población de entre 55 y 64 años, incrementando su tasa de empleo como mínimo 15 puntos respecto al nivel de 2019. También se pretende reducir la tasa de temporalidad hasta lograr la media europea.
Para lograr su objetivo, España tendrá que desarrollar un patrón de crecimiento moderno y competitivo que le permita garantizar la viabilidad de su estado de bienestar a largo plazo.
Para ello, deberá relanzar su productividad, así como ampliar su tasa de participación laboral asemejándola a las de los países de la Unión Europea más avanzados en esta materia.
Para lograr todo esto es fundamental reducir la brecha de renta per cápita que nos separa de la UE-8 a un 10 por ciento en 2050, incrementar la productividad laboral de nuestra economía de aquí a 2050 hasta acercarnos a los niveles de los países de la UE-8 y elevar la tasa de empleo del 62 por ciento al 80 por ciento antes de mediados de siglo.
Además, se debe incentivar la I+D privada para que, junto con el impulso a la I+D pública, nos aproximemos, en 2030, al objetivo del 3 por ciento del PIB para el gasto total recomendado por la Comisión Europea para 2020.151 y aumentar el tamaño medio de nuestras empresas, asemejándolo con el de la media de la UE-8 antes de 2050.
También es importante reducir el peso de la economía sumergida hasta situarlo, al menos, en niveles similares al de los países más desarrollados de la UE de aquí a mitad de siglo, entre otros asuntos a tener en cuenta para lograr el objetivo final del Ejecutivo de Pedro Sánchez.