«Recuperar cuanto antes nuestra máxima movilidad». Con esta intención, Pedro Sánchez acaba de anunciar la puesta en marcha del «pasaporte verde», universal y gratuito. Lo ha hecho en la comparecencia que ha tenido lugar este mediodía en la Moncloa, y donde ha mostrado su confianza en superar cuanto antes la pandemia.
El presidente del Gobierno ha mostrado su voluntad de que el 9 de mayo sea «el final del estado de alarma», y con la mirada puesta ya en el verano, ha anunciado la llegada del pasaporte Covid que permitirá viajar sin restricciones a las personas vacunadas.
Sánchez ha explicado que la vacuna tiene una doble función: proteger a los ciudadanos «de una enfermedad terrible» y permitir recuperar cuanto antes la máxima movilidad. Sanidad ha puesto en marcha, junto con el resto de comunidades autónomas, el primer registro nacional de vacunación, que será «la base del certificado verde digital de la Unión Europea para una mayor movilidad a nivel internacional».
El presidente ha anunciado que el pasaporte estará listo a mediados de junio, y «por eso está trabajando el ministerio de Sanidad junto con otros ministerios involucrados como el de Comercio o el de Asuntos Exteriores». Es, según ha explicado, un «proyecto complejo en el que podrán incluirse datos como la acreditación de que alguien ha sido vacunado o el resultado de un test negativo y la prueba de que ya ha superado la enfermedad».
También ha puesto el acento en que el certificado será «totalmente gratuito y de acceso universal, como todo lo que ha hecho el Gobierno de España junto con otros gobierno europeos». Ha recordado que así ha sido también en el caso de la vacuna, garantizando el acceso de todos los españoles por igual, con independencia de su posición económica.
Con este anuncio, el Gobierno de España encara la recta final de la pandemia. A pesar de estar a las puertas de la cuarta ola, con los casos en aumento desde el sábado, en Moncloa hay optimismo por las buenas previsiones en el avance de la vacunación y la puesta en marcha de mecanismos como el certificado verde, que permitirá una recuperación progresiva de la movilidad.
Cómo será el pasaporte verde
El certificado verde que hoy ha anunciado el presidente del Gobierno no ha estado exento de polémica. Uno de los principales obstáculos es que podría suponer una discrminación para aquellos ciudadanos que no han querido, o no han podido vacunarse. Esto plantea serias dudas incluso a nivel legal.
Finalmente, el certificado verde no será un pasaporte de vacunación sino que se plantea de una forma más amplia. Por eso se incluye la posibilidad de presentar otros métodos como pruebas PCR o documentos acreditativos, para demostrar que esa persona ha superado la enfermedad y no supone un riesgo para los demás.
Otra de las preocupaciones giraba en torno a la protección de datos. La Comisión Europea ha rechazado finalmente la creación de una base centralizada de datos, y la información seguirá estando en manos de los países. Con la intención de respetar al máximo la ley, el certificado contendrá el mínimo de datos necesarios, solo la información esencial.
Tal y como ha avanzado el presidente Sánchez, el certificado verde tendrá que ser gratuito y estar disponible en formato papel para aquellas personas que no tienen acceso a las tecnologías. El certificado se presentará en código QR, y deberá expedirse «a los ciudadanos de la Unión Europea y a sus familiares, con independencia de su nacionalidad».
Dudas abiertas
Una duda que queda abierta es qué vacunas reconocerá como válidas el pasaporte verde. Hay que recordar que, de momento, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) no ha dado luz verde a vacunas como la rusa y la china, que en cambio sí se están administrando en otros países del entorno europeo. ¿Qué pasará con las personas de esos países que quieran viajar, por ejemplo, a España?
Por ahora, el certificado europeo solo se obtendrá con vacunas aprobadas por la Agencia Europea de Medicamentos. Sin embargo, los estados miembro tienen la posibilidad de ampliar el permiso a otras vacunas. El primer país en hacerlo ha sido Grecia, que para facilitar la llegada de más turistas en verano ha aceptado también la rusa y la china.