Pedro Sánchez en el estrado del Congreso de los Diputados, el 24/02/2021

Pedro Sánchez aclara si se adelantan también las elecciones generales y da una fecha

La inestabilidad política actual y el alivio de la tensión tras la salida de Pablo Iglesias alejan la idea de elecciones anticipadas

La caída de Pablo Iglesias que muchos estaban esperando se ha producido al fin, pero no de la forma que esperaban. Su dimisión para encabezar la candidatura de Podemos en Madrid no ha fracturado el Gobierno de coalición, sino todo lo contrario: permite a Pedro Sánchez reafirmarse en el poder con la intención de agotar toda la legislatura.

En Moncloa llevaban días planeando un adelanto electoral para aprovechar la coyuntura política, pero la dimisión de Pablo Iglesias obliga a Pedro Sánchez a cerrar filas en torno al Gobierno de coalición. Y su compromiso es claro: «Seguiremos hasta 2023».

Los cálculos del entorno de Pedro Sánchez fijaban en 2022 la fecha ideal para convocar elecciones anticipadas en España. La razón es que en los próximos meses se tendrán que tomar decisiones impopulares y, si tal y como se prevé, se alarga la crisis económica, los socialistas podrían llegar a 2023 demasiado desgastados. Además, esperar dos años daría a la derecha la oportunidad de rehacerse, igual que Podemos.

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Pero una cosa son los cálculos electorales, y otra el mensaje que al Gobierno le interesa trasladar a los medios. Y Sánchez cree que ahora toca un mensaje de unidad y fortaleza. Por eso, tras la dimisión de Pablo Iglesias y los rumores de ruptura de la coalición y nuevas elecciones, el presidente del Gobierno ha sido más claro que nunca en sus intenciones.

Además, en los últimos días el panorama político español ha cambiado radicalmente. Lo ocurrido en Murcia y en Madrid ha sido una lección importante para Pedro Sánchez. La crisis abierta en la derecha es un aviso de que no son momentos para tomar decisiones en caliente sino de actuar con la cabeza fría. 

Ciudadanos está al borde de la desaparición por un error de cálculo, mientras que en el PP se ha abierto una crisis interna por no haber sabido prever lo de Murcia. Si en estos momentos de inestabilidad política, y en pleno tramo final de la pandemia, Sánchez decide romper el Gobierno e ir a elecciones, el tiro le puede salir por la culata.

El factor Yolanda Díaz, clave

Pero además, hay otro factor. La salida de Pablo Iglesias y la posible llegada de Yolanda Díaz a la vicepresidencia allanan el camino para el tramo final de legislatura. Porque en el PSOE son optimistas, y creen que la marcha de Iglesias rebajará la tensión de los últimos meses en favor del talante dialogante que ha demostrado Yolanda Díaz.

Durante su etapa en el ministerio de Trabajo, la política gallega se ha desmarcado del perfil más revoltoso del sector de Pablo Iglesias. Ha esquivado todas las polémicas sobre la monarquía y el cuestionamiento de la democracia en España o la violencia callejera, y se ha centrado en liderar las negociaciones con los agentes sociales en temas tan espinosos como los ERTE y el salario mínimo.

Además, Yolanda Díaz tiene muy buena relación con Pedro Sánchez, y este podría maniobrar más cómodamente de aquí hasta el final de legislatura. Con todos estos ingredientes encima de la mesa, fuentes de presidencia aseguran que el presidente tiene clara una cosa: hay que ir hasta al final pese a la decisión que ha tomado Pablo Iglesias. 

Podemos espera ahora que Yolanda Díaz tome una decisión. Iglesias ya ha mostrado públicamente su apoyo para que sea su relevo, y para que Ione Belarra ocupe la cartera de Derechos Sociales y Agenda 2030. Los que conocen bien a Díaz creen que aceptará, por fidelidad a Pablo Iglesias y por su compromiso con la continuidad del Gobierno.

Inquietud por la designación de Ione Belarra

El único problema a la vista es el rango que se le dará a Yolanda Díaz, porque en el sector socialista creen que Trabajo no puede estar por encima de Economía. Se abre ahora una nueva batalla para ver quien queda por encima, si Yolanda Díaz y su departamento de Trabajo, o Nadia Calviño con Economía. Hay que recordar que Iglesias era vicepresidente segundo, mientras que Calviño es vicepresidenta tercera.

La otra cosa que no gusta en el PSOE es la designación de Ione Belarra como ministra. Si Díaz representa la rama más institucional de Podemos, Belarra es de la línea dura. La joven diputada ya ha tenido varios conflictos con ministros y altos cargos socialistas, en especial con Margarita Robles. Creen que si finalmente ocupa el ministerio de Pablo Iglesias, podría desatar de nuevo los choques entre las dos almas del Gobierno.

Hay que recordar que Yolanda Díaz no cae muy bien en las filas de Podemos, porque la ven un alma libre desmarcada de la línea mediática de los morados. Su candidatura cierra el paso de Irene Montero hacia la candidatura a la presidencia, algo con lo que soñaba el sector más duro de Podemos. Pero Iglesias quiere cortar la sangría de votos, y Yolanda es la ministra de Podemos mejor valorada, y la que genera más consenso social.

Con la designación de Yolanda Díaz y Ione Belarra, Pablo Iglesias consigue relanzar a su partido y a la vez acallar el malestar del sector más duro. Vienen semanas complicadas para Pedro Sánchez, que tendrá que volver a hacer equilibrios para conseguir la estabilidad de su Gobierno. A la espera de cómo encajen las nuevas piezas del rompecabezas, el presidente tiene algo claro: ahora más que nunca, hay que agotar la legislatura.