Se acaban de cumplir dos meses desde que apareciera el cuerpo sin vida de Esther López en una cuneta de Traspinedo, en Valladolid. En este tiempo, la Guardia Civil no ha podido encontrar aún los motivos de la muerte ni los posibles responsables.
En más de una ocasión han mostrado su convencimiento de que el caso se resolvería, pero es posible que se haya alargado más de lo que hubieran deseado. No obstante, en las últimas horas se han producido una serie de avances que pueden resultar cruciales.
La última persona con la que estuvo Esther esa noche, su amigo Óscar, fue interrogado por la Benemérita este miércoles durante varias horas. También se le intervino su vehículo en busca de algún tipo de golpe en la carrocería o de restos de ADN. Quieren descartar cualquier posibilidad de atropello.
Una de las principales líneas de investigación les lleva a pensar que la chica de 35 años fue arrollada por un coche. La autopsia desveló que sufría una fractura de cadera, un latigazo cervical y golpes en el tórax y el abdomen. Las múltiples lesiones que presentaba pudieron las causantes de una hemorragia interna.
Sospechan que pudo ser atropellada por la espalda, y que los hechos sucedieron la misma noche de la desaparición, el 12 de enero. Pero también tienen la certeza de que el cuerpo fue trasladado, que no murió en la cuneta en la que fue localizada por un senderista.
La postura que presentaba cuando fue encontrada y el hecho de no ser hallada hasta después de 24 días avalan esta teoría. Se trata de una zona bastante transitada, sobre la que se hicieron hasta cuatro batidas, sin encontrar ningún tipo de pista sobre ella.
Esther López había quedado el 12 de enero con unos amigos para ver un partido de fútbol en un bar. La velada se acabó alargando en otros establecimientos hosteleros del pueblo. Al término de la noche, la joven se marchó en coche junto con Óscar y otro amigo.
Algo pasa con el caso Esther López y no cuentan toda la verdad
Este último se apeó en la urbanización de El Romeral, muy próximo al lugar en donde fue localizado el cadáver. Los dos hombres que la acompañaron ese día siempre estuvieron en el punto de mira de los investigadores, pero sobre todo Óscar.
Llegó a ofrecer hasta tres versiones diferentes de lo que sucedió la noche de la desaparición. En primer lugar dijo que habían discutido porque ella deseaba seguir de fiesta y que la dejó sola en la carretera. Luego, aseguro que la dejó en esa vía porque una tercera persona la recogería.
La última explicación que ofreció es que la chica tenía previsto regresar a casa del otro amigo, con el que habían estado de fiesta.
El caso de Esther López, pendiente de los amigos
El amigo de Esther López se presenta ahora como el principal sospechoso. Confesó a los agentes que él se había ido a dormir a la casa que su familia tiene en la urbanización de El Romeral. Desconocía por completo lo que le pudo ocurrir una vez que se despidió de ella.
El otro hombre que les acompañó esa jornada fue incapaz de aportar datos de relevancia. Prácticamente no se acordaba de casi nada de aquella noche.
Los investigadores llevan trabajando en estas dos personas desde el principio, situándoles como principales sospechosos de la desaparición. Quieren saber cómo fueron esas últimas horas con vida de la chica.
Por la muerte de Esther López solo se había detenido a una persona. Se trataba de Ramón el Manitas, que fue puesto en libertad al cabo de unos días ante la falta de pruebas.