Fue una de las medidas estrellas del Gobierno de España. Tanto la parte socialista como la de Unidas Podemos se felicitaron mutuamente por poder aprobar la que consideraban una ayuda básica para combatir la desigualdad social en nuestro país: el Ingreso Mínimo Vital. En principio se esperaba que tuviera efecto inmediato desde su aprobación, pero la realidad ha sido muy diferente una vez se ha puesto en marcha.
Y es que el propio Gobierno ha reconocido que con los actuales requisitos hay miles de familias que se están quedando fuera. El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá reconocía hace unos días que de los más de 1,2 millones de solicitudes solo se han aceptado unas 160.000 habiendo sido tramitadas alrededor de un 70%. Así esas 160.000 son el número de beneficiaros que ya reciben entre 462 y 1.015 euros mensuales, según sus circunstancias personales y familiares.
El mismo Escrivá ha tenido que reconocer en las últimas horas que las condiciones marcadas por el Gobierno quizá están siendo demasiado exigentes. «Estamos haciendo una evaluación para ver si estamos siendo demasiado estrictos en los niveles de renta y patrimonio», explicaba este lunes por la mañana en un desayuno 'online' de Nueva Economía Fórum.
Y parece razonable que se tomen cartas en el asunto, pues analizando los datos, es muy bajo el porcentaje de solicitudes que han sido aceptadas y parece difícil de conseguir las metas marcadas por el propio ejecutivo. El ministro marcaba como meta que el Ingreso Mínimo Vital pudiera llegar a unos 850.000 hogares. Esto permitiría cubrir a unas 2,3 millones de españoles que se encuentren en especial riesgo de exclusión. Eso sí, en ningún momento se marcó un plazo para llegar a esta cifra.
Cuáles son los requisitos que se exigen
Hay que recordar que existen una serie de requisitos generales para poder acceder al Ingreso Mínimo Vital. Por un lado se tiene que tener entre 23 y 65 años, que baja a 18 si se tienen menores a cargo. Se debe haber tenido el último año residencia legal en España.
Otro de los requisitos es poder demostrar que se ha vivido de manera independiente 1 año por parte de las familias y de 3 años en caso de personas solas. Se exige que las unidades de convivencia lleven un año juntas. Finalmente, los solicitantes deben ser demandantes de empleo y haber solicitado previamente el resto de prestaciones a las que se tenía derecho.
Pero como decíamos hay dos puntos que son los están dificultando más la aprobación de esta ayuda: el nivel de ingresos y de patrimonio exigido. En el primer punto, varía según las personas que se podrán beneficiar. Sus ingresos mensuales máximos actuales, en el caso de una persona, no deben superar los 462 euros. Se suma 139 por cada persona adicional en la familia u hogar, sea adulta o menor, hasta los 1.015 euros.
También se establece que pueden acceder aquellas que el año pasado tuvieron un nivel de ingresos inferior a cierta cantidad, de unos 5.500 para personas solas y de unos 12.000 euros para familias con 3 años. Esto también se aplicará para aquellos que a lo largo de este 2020 tampoco han llegado a estas cifras.
Por otro lado también existen unas tablas sobre unos niveles de patrimonio para poder acceder al IMV. Se estima que es de 3 veces la cuantía anual de la prestación para cada uno de los casos. Siguiendo los mismos ejemplos, un solicitante que vive solo no puede tener un patrimonio superior a 16.000 euros o un hogar de 4 personas sería de algo más de 43.000 euros. No se incluye en el patrimonio las deudas y el valor de la vivienda habitual.