El paro de transportistas en protesta por los elevados precios del combustible sigue su curso y afecta a gran parte de la cadena de suministros.
Dicha huelga y la violencia de los piquetes en las carreteras son las dos causas de estas dificultades para el suministro. Muchos conductores han secundado la convocatoria y otros, que quieren trabajar, tienen miedo al subirse al camión. Así lo cuenta Francisco Aranda, presidente de UNO, la Organización Empresarial de Logística y Transporte.
"El escenario es muy inquietante. Si seguimos teniendo esta inseguridad en las carreteras, cada vez va a haber menos gente que se atreva a ejercer su derecho a trabajar. Eso puede llevar a una rotura definitiva en la cadena de suministro, lo podemos ver en los lineales de cualquier supermercado", advierte ante la disminución de la actividad Francisco Aranda, presidente de UNO, la patronal española de logística.
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"No podemos esperar dos semanas. Las medidas tienen que ser inminentes"
Así, Aranda pone el foco en dos reivindicaciones. "La primera, que el Ministerio del Interior garantice tanto el derecho al para como el de trabajar con seguridad a quien quiera hacerlo. La segunda, que llevamos meses pidiéndola como organización, que el Gobierno haga algo para reducir la desbocada factura que tenemos de combustible", expone el presidente de la patronal de logística.
"No podemos esperar dos semanas. Las medidas tienen que ser inminentes. Las empresas se están desangrando", afirma sobre la fecha del 29 de marzo, que el Gobierno se ha marcado para reducir la factura de la luz, el gas y el combustible.
El caso es que el paro ha provocado ya la pérdida de 600 millones de euros al sector primario, industria y distribución alimentaria, que teme el despido de 100 000 personas.
"Todos los sectores" se están viendo seriamente afectados
Por otro lado, desde FACUA están preocupados por la opción de que las empresas de distribución estén aprovechando esta situación para subir los precios. Unas subidas que "en realidad, pueden ser maniobras especulativas", destapa su secretario general, Rubén Sánchez.
Aunque "todos los sectores" se están viendo seriamente afectados, Aranda considera que son los que manejan alimentos perecederos y que no pueden hacer stock los más afectados.
"Son los que están en situación de mayor emergencia. Es el caso de quienes trabajan con frutas y hortalizas o con pescado fresco, que no se puede almacenar".
"Cuando una empresa envía varios productos que necesitan ir refrigerados y se rompe la cadena de frío, quedan inutilizados. Lo intentas otra vez, pero, si vuelve a ocurrir, ya no hay una tercera. Las pérdidas son terribles", denuncia.
"Problemas inminentes" que va a provocar la huelga de transportes
En cuanto a los mercados, en Mercamadrid, la reducción de la llegada de frutas y hortalizas ha sido del 50% y continúa sin poder reexpedir producto.
En Mercabarna, la llegada de verduras y pescado sigue cerca del 80%. Aunque faltan productos del sur como fresas o pimientos, se compensan con alimentos alternativos o de otras partes de España.
En el sector hostelero, ya empiezan a notar las consecuencias de los paros en los productos frescos. Así, los hosteleros andaluces alertaron hace unos días de los "problemas inminentes" que va a provocar para el sector la huelga de transportes a nivel nacional. Especialmente con la falta de suministros y la rotura de 'stock' o existencias para las empresas.
Negociaciones atascadas
Por ahora, las negociaciones entre el Gobierno y los transportistas no tienen visos de fructificar. El presidente de la plataforma convocante, Manuel Hernández, lamentó este viernes los "intentos por criminalizar" al colectivo y solicitó "firmeza y unidad" a los conductores. Les instó a "no venirse abajo ni desmoralizarse".
Uno de los ministros que ha hablado sobre este huelga de trasportes es el titular de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Planas. Este ha afirmado que el diálogo no puede darse "bajo la violencia y la coacción" y ha descrito de "ilegal e inmoral" la violencia de los piquetes. Con todo, el ministro ha lanzado un mensaje a la calma de los "boicotean y perturban la distribución" de mercancías.