La fuga de Tomás Gimeno con sus dos hijas, Anna y Olivia, tiene a toda España en vilo. La policía podría estar ahora más cerca de encontrarles, gracias a una pista ofrecida por un amigo de Tomás en «El programa de Ana Rosa». El entrevistado ya ha puesto en manos de la Guardia Civil esta información que puede ayudar a resolver el caso.
El programa de Telecinco que conduce Ana Rosa Quintana se ha desplazado hasta el lugar donde vive Tomás, en Candelaria (Tenerife) para hablar con este amigo, Tomás Herrera. «Ayer recibí una llamada de un buen amigo nuestro, David, que ha estado investigando todos los veleros que se mueven en las aguas de Canarias desde que empezó todo esto», afirmó. El entrevistado ha contado que este amigo, David, rastrea las embarcaciones día tras día a través de una página web llamada marinetraffic.
Según ha contado, hubo un dato que les llamó especialmente la atención: «Salta a la cuestión un velero que hace unos movimientos muy extraños. Parte de la isla de Gran Canaria y se dirige hasta Tenerife, a eso de las ocho de la mañana. Lo curiosos del caso es que el velero viene a las costas de Candelaria, y esa es la mayor sorpresa».
Toni Herrera da más detalles sobre los sospechosos movimientos del velero en cuestión, y desvela que «no solicita atraque, no solicita fondeo y se queda fuera de Candelaria toda la tarde. Desconecta el AIS y el GPS, y se descubre que por la noche se encuentra en una zona de Antequera, coincidiendo con las horas en las que pudo llevar a sus niñas a una playa. Este velero podría haber accedido a esa zona con las niñas a bordo, o alguien exterior con una lancha que los recogiera y llevarlos al velero».
Según el amigo del secuestrador, llama la atención que además de desconectar el GPS en múltiples ocasiones, luego parte hacia África. «Lo lógico es que un velero que sale de las Palmas lo haga hacia Fuerteventura y Lanzarote, y coja rumbo», señala, y por eso sospechan que podría tratarse de la embarcación donde va Tomás con sus dos hijas.
Esta nueva pista sugiere que Tomás podría haber subido al velero con las niñas para escapar. Para conseguir zafarse de la vigilancia policial, Tomás habría intentado estar lo más lejos posible de cualquier otra embarcación a la hora de encender y apagar el GPS. Además no tiene sentido que un velero saliera de Las Palmas a Candelaria, y las horas coinciden. Toni asegura que ya han puesto la información en manos de la Guardia Civil «para acercarnos a su paradero».
Los posibles destinos de Tomás
Tomás Gimeno, de 38 años, secuestró el martes de la semana pasada a sus hijas Anna y Olivia, de 1 y 6 años, y desapareció. Inicialmente, la policía barajaba que estuvieran muertos como una hipótesis sólida, pero varias pistas han ido cambiado esa idea y ahora existen muchas posibilidades de que los tres estén con vida.
La sangre encontrada en la barca de Tomás no es de las niñas, sino de él, y además, antes de desaparecer le dijo a su ex pareja y madre de las menores que cuidaría de ellas. La madre, Beatriz, se ha mostrado plenamente confiada en que Anna y Olivia están vivas, y mientras tanto, el dispositivo policial sigue buscándolas por tierra, mar y aire.
En las últimas horas se había especulado con la posibilidad de que Tomás hubiera puesto rumbo a Sudamérica con las niñas, pero esta teoría pierde peso y es más probable que se haya dirigido a África. Además de la pista que acaba de ofrecer su amigo, hay que tener en cuenta que Tomás era gerente de una explotación de plátanos y mantenía relaciones con varias personas del continente africano. Sus contactos comerciales podrían haberle ayudado a trazar una ruta de escape.
Ayer, el presidente de la organización SOS Desaparecidos, Joaquín Amills, sugirió que el secuestrados podría haberse llevado a las niñas a Chile, ya que había manifestado que es un país en el que le gustaría vivir. La organización ha difundido las imágenes de Anna y Olivia en Chile, y también en Argentina y en Uruguay. La madre ha difundido esta semana un nuevo vídeo para que la gente pueda identificar a las niñas si las ve.