La realidad sobre muchas condiciones laborales pasa desapercibida en la mayoría de los casos, sobre todo porque cada uno tiende a ir hacia adelante con lo que tiene y cortar una fuente de capital no siempre es una decisión fácil. A pesar de ello, en ocasiones, las lamentables condiciones en las que se trabajan en algunos puntos del globo pueden llegar a salir muy caras, como es el caso de la joven Luana D'Orazio, que con solo 22 años falleció a causa de una máquina tejedora.
Otro de los elementos que ha hecho que la historia se vuelva aún más notoria es que la joven era madre de un niño de 5 años. El trágico suceso ha hecho que Luana se vuelva un símbolo en Italia, ya que reúne una serie de simbologías concretas. Madre, joven, obrera, mujer y con un trabajo precario, esta realidad de la mayoría de sociedades europeas y ha puesto a pie de calle a muchos ciudadanos que tienen que lidiar con esta realidad diariamente.
La noticia ha servido para que se vincule su accidente con las denominadas «muertes blancas», nombre que se utiliza para referirse a los fallecimientos que ocurren durante el transcurso de la jornada laboral. Diariamente, Italia reporta alrededor de tres muertes mientras los ciudadanos realizan su profesión, más de un millar de víctimas cada año. Según reporta el diario 'La Repubblica' este número ha alcanzado la cifra de 185 trabajadores en lo que llevamos de curso.
El trágico suceso
La desgracia ocurrió el lunes en Prato, ciudad que pertenece a la Toscana. Mientras que realizaba su turno matinal, Luana fue absorbida por la ropa de una de las máquinas precipitándose al interior. Según han podido verificar algunos de los presentes y también las primeras hipótesis que barajan las fuerzas de la ley, no existiría ningún tipo de premeditación.
La policía judicial mantiene bajo custodia la maquinaria y en las próximas jornadas se conocerán más detalles una vez se publiquen los resultados de la autopsia. Según el entorno de la joven, Luana era una chica jovial con la esperanza de ser actriz algún día. Antes de trabajar en la fábrica había tenido muchos trabajos temporales para lograr su independencia y poder convivir con su novio.
Según han confirmado fuentes policiales por el momento dos directivos de la empresa textil se encuentran detenidos con cargos de homicidio imprudente. Además los investigadores tienen dos posibles vías en las que se efectuaron los hechos, por un lado podría deberse a una negligencia del resto de trabajadores presentes en la planta, que no habrían cerrado correctamente un sistema de separación para proteger a Luana.
La segunda de las hipótesis que se baraja está relacionada con un mal funcionamiento de la máquina, en concreto con un sistema que impide que los engranajes se queden bloqueados al instante, en el momento que perciben algo que entorpece su funcionamiento, sea cual sea el tamaño del objeto.
Una muerte que levanta al pueblo
El fallecimiento de Luana se ha convertido en una auténtica revolución para los italianos, sobre todo para los nacidos en la época digital que encuentran muchas dificultades para encontrar trabajo. «Morir en el puesto de trabajo tendría que ser algo propio de la memoria histórica, de un pasado en blanco y negro» titula el medio 'La Stampa'.
«Hoy, en 2021, volvemos a descubrir que la lucha cuerpo a cuerpo entre el ser humano y la máquina sigue todavía en marcha, en Italia y en el mundo, donde las máquinas todavía pueden comer a las personas, no solo simbólicamente, sino también literalmente» comenta en las páginas este diario, palabras recogidas por 'El Español'.
«Luana es el símbolo de una realidad diaria que, desgraciadamente, no es noticia todos los días» sentenciaba la presentadora de televisión Myrta Merlino.