Los investigadores que están llevando a cabo el caso de Marta Calvo encontraron restos biológicos en el coche de Jorge Ignacio P. J. hace unos meses, una pista que se convirtió en un hilo de luz para tratar de aclarar qué fue lo que sucedió aquel 7 de noviembre de 2019, encontrar el cuerpo de la joven e inculpar con pruebas al autor de los hechos.
Pero las esperanzas han vuelto a desaparecer. El hallazgo en el vehículo ha resultado irrelevante desde el punto de vista de los agentes que están llevando a cabo las pesquisas.
[predef]espaadiario-631[/predef]
Hallazgos irrelevantes
El pasado mes de noviembre de 2020, un año después de la desaparición de la joven, los agentes encargados de la investigación encontraron restos biológicos en el coche que el asesino habría usado para esconder su cadáver.
Una pista que podría haber aportado un gran halo de luz en un caso que está lleno de oscuridad, ya que, según los investigadores, Jorge Igancio P. J. podría haber utilizado su Volkswagen Passat para trasladar el cuerpo de Marta Calvo.
Pero, desgraciadamente, no ha sido concluyente. Los agentes han señalado que las pruebas halladas en el vehículo son irrelevantes y que no han aportado nada nuevo a la investigación. Así, las esperanzas de dar con el paradero del cadáver han vuelto a desaparecer.
Un caso lleno de incógnitas
Marta Calvo tenía 25 años cuando desapareció en Valencia, tras haber acudido a una cita sexual con Jorge Ignacio P. J., un chico que conoció por internet, el 7 de noviembre de 2019.
La joven le envío a su madre su ubicación y la mujer tras ver que su hija no regresaba a casa se dirigió hasta el lugar. Allí mantuvo una conversación con el hombre, pero él le dijo que no conocía a aquella chica.
Casi un mes después, el 4 de diciembre de 2019, Jorge Ignacio P. J. se entregó y acabó confesando que Marta estaba muerta, pero que su defunción había sido un accidente, que había fallecido mientras estaban manteniendo relaciones sexuales a consecuencia de las drogas que habían consumido.
Tras entregarse, dijo que había descuartizado el cuerpo de la víctima y que lo había repartido en varios contenedores, por lo que los agentes procedieron a buscar los restos de la joven en estos lugares.
Sin embargo, tras meses de búsqueda y miles de toneladas revisadas, no consiguieron encontrar ningún resto humano en el vertedero que recibe los contenedores de Ollería y Alzira, los municipios donde supuestamente los había arrojado.
Más de un año después del crimen, la policía ha vuelto a encontrarse en el mismo punto que al principio. No solo no han encontrado nada relevante en el coche que usó el autor de los hechos, sino que tampoco han hallado evidencias criminales en el contenido de un iPad que la madre del sospechoso retiró de la casa de su hijo tras el terrible acontecimiento y que después entregó a las autoridades.
Presunto autor de tres homicidios y antecedentes por narcotráfico
Jorge Ignacio P. J. es de origen colombiano, tiene antecedentes por narcotráfico y se encontraba en situación irregular en España cuando tuvo lugar el supuesto crimen de la joven de 25 años.
También está siendo investigado por el fallecimiento de otras dos mujeres, Marcela y Arlene, y está acusado de tentativa de homicidio por haber intentado matar a otras féminas con las que mantenía sexuales.
Jorge Ignacio P. J. ha sido denunciado por otras chicas a las que les ponía cocaína en sus genitales durante las relaciones sexuales, una sustancia que pudo haber sido determinante en la intoxicación fatal de las jóvenes fallecidas.