Malas noticias para Barney Rae, el pequeño de 14 años de Bristol, en Inglaterra. El joven está viviendo una auténtica pesadilla desde que le diagnosticaron eccema en todo su cuerpo.
Lo cierto es que el diagnóstico se produjo el pasado año y todavía no ha dejado de tener erupciones cutáneas. Eccemas que le producen graves picores desde la cabeza hasta los pies. Un caso de gran delicadeza, tal y como asegura la madre, Miranda.
Según la progenitora, su hijo prefiere entrar en coma inducido y que le despierten cuando todo el dolor haya terminado.
Un trance muy complicado al que se enfrenta la familia. La madre narra el desgarrador testimonio de su hijo, que insiste en que no puede lidiar más con el dolor.
Es abrumador, B. tiene toda su piel como si hubiese sufrido un ataque de ácido, y el dolor y el picor son constantes e insoportables.
La progenitora está totalmente desesperada por buscar un tratamiento para que el menor pueda tener una vida normal. Por ahora no puede ni dormir.
Es por las noches, cuando el joven está dormido y se rasca las heridas y amanece lleno de sangre por todo el cuerpo.
Lo cierto es que el insomnio se ha convertido en el protagonista de su día a día. Le invade la culpa, cree que sus problemas de la piel se deben a él, un hecho que le está afectando psicológicamente.
Miranda intenta recaudar dinero para un tratamiento
Por todos estos desencadenantes, la madre trata de encontrar una solución para su hijo. Miranda está recaudando dinero para un tratamiento urgente. El objetivo no es otro que el de ayudar a calmar la piel del pequeño Barney de manera radical.
Lo cierto es que la situación no es tan sencilla. Y es que Barney es alérgico a muchos ingredientes. De esta manera, el menor no puede recurrir a muchos remedios caseros para tratar de buscar algo de alivio y esperanza para su piel.
Lamentablemente, las cremas que le recetaron no le han servido para nada.
La colaboración ciudadana es ahora la meta de su madre, que trata de dar con fondos para una consulta médica especializada. Un profesional que pueda recetarle algún tipo de medicamento más específico y que le ayude a combatir los dolores del joven, según recoge Metro: "Ayude a recaudar fondos urgentemente para especialistas para el tratamiento médico para mi hijo de 14 años que padece un eccema agonizante", reclama la madre en su página de GO FOUND ME.
"Aunque le han diagnosticado un eccema extremo, la palabra en realidad significa hervir y no se conoce cura, cada caso es diferente", lamenta.
La piel atópica es cada vez más usual en los niños
En una entrevista con Infosalus, un claro referente de la Dermatología en España, el doctor Pedro Jaén, actual presidente de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y jefe de Dermatología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, explica que "aunque hay factores que, seguro que se nos escapan", los niños crecen en ambientes muy limpios.
El profesional advierte que es una enfermedad del primer mundo, puesto que es difícil apreciarla en los países más desfavorecidos.
"Su incidencia se ha triplicado en los últimos 30 años y afecta al 15% de la población española, llegando a casi un 30% en el caso de los niños menores de 10", argumenta.
"La piel evoluciona. En la dermatitis atópica juega un papel muy importante el sistema inmune, que con la edad se va regulando. Con ello, las dermatitis atópicas de los menores se van modulando y autorregulando con el paso del tiempo y solo las formas más graves son las que prevalecerán en el adulto", afirma el profesional clínico.