El pasado 25 de mayo, una familia quedaba destrozada. El pequeño Jesús Ánder, de 9 años y de ascendencia colombiana pero nacido en Pamplona, se suicidaba en un piso tutelado en Tudela, o al menos eso fue lo que las autoridades contaron.
Los padres de Jesús Ánder fueron reportados cuando él tenía 6 meses — la madre — y 2 años — el padre —. Fue entonces cuando su abuela tuvo que mantenerlo y criarlo. Aun así, después de caerse de un cuarto piso con 6 años, y aunque solo se rompió una pierna y no tuvo ninguna secuela, el Gobierno Foral de Navarra le quitó la custodia a la abuela hace un año, pues la acusaban de tener al menor desatendido, y terminó en un piso tutelado.
Según publica 'El Español', Jesús Ánder murió, según la versión de las autoridades, suicidándose con el cordón de un albornoz o una bata — no lo han dejado claro —. «¿Cómo va a suicidarse así un niño tan pequeño? A mi hijo me lo han matado», gritaba desconsolada la madre des de Colombia en declaraciones al medio digital nombrado.
Pidió que lo sacasen de allí
La familia de Jesús Ánder denuncia falta de lógica en esta explicación. Aseguran que lo acosaban, pues días antes del fatal incidente, el niño les pidió por videollamada que lo sacasen de allí. Además, cuando sus familiares pudieron verlo entubado y en coma, no apreciaron ninguna marca en el cuello que les pudiera hacer pensar que él mismo se ahorcó.
Según el citado medio digital, el Gobierno Foral de Navarra no ha aclarado nada sobre las extrañas circunstancias en las que se dieron los sucesos.
La versión oficial cuenta que la noche del 25 de mayo, después de cenar y dar las buenas noches a las educadoras encargadas de su cuidado, se retiró a su habitación. Minutos después, uno de sus compañeros, de 16 años, dio la voz de alarma: el niño estaba moribundo.
Lo desconectaron sin preguntar a los padres
Llevaron al menor al Hospital de Tudela, aunque lo derivaron al Hospital de Navarra debido a la gravedad de su estado. Hasta las 11 de la mañana del día siguiente, su madre biológica no recibió ninguna noticia. Algunos de sus familiares residentes en Pamplona pudieron ir a visitarle antes que falleciera, y aseguran no haber visto ninguna marca de asfixiaen el cuello.
Finalmente, Jesús Ánder fue declarado en muerte cerebral el 5 de junio, después de días en coma. Los padres biológicos no pudieron hacer nada para no desconectarlo, pues no eran los tutores legales del menor en ese momento. «Donaron sus órganos sin nuestro consentimiento. Les dijimos que no, pero lo hicieron», cuenta su madre a 'El Español'. «Espero que lo que le ha pasado a mi hijo sirva para que ningún otro niño tutelado pase por ese infierno, que ya son muchos», sentencia.