La situación llegó a tal extremo que la única solución que vio el pequeño de 9 años fue quitarse la vida. Fueron dos meses de auténtico calvario para el pequeño, el tiempo durante el que estuvo en un piso tutelado de Tudela (Navarra). Pese a las llamadas a su abuela para que intentará hacer algo, «sacadme de aquí» era la conversación más habitual según 'El Español', no hubo manera de evitar el trágico final.
Fue el pasado día 26 de mayo cuando un compañero del piso bajo tutela del gobierno navarro lo encontró en su habitación en parada cardiorrespiratoria y con varias lesiones autoinfligidas. Tras ser atendido e ingresado en el Complejo Hospitalario de Navarra, acabará muriendo este 1 de junio.
El gobierno foral intentó darle «estabilidad emocional»
El pequeño había vivido toda su vida en Pamplona principalmente con su abuela, con quién lo dejaron sus padres, inmigrantes, que volvieron a su país de origen. En la capital navarra creció y estudio hasta el pasado noviembre cuando, según el 'Diario de Navarra', el gobierno foral le quitó la custodia a la mujer de 49 años considerando que el menor se encontraba en una situación de desamparo.
Paso unos meses primero en un piso tutelado de Pamplona, donde acabó de cursar 3º, hasta que en marzo fue trasladado a otro en Tudela. El argumento de los servicios sociales es faltaban residencias de este tipo en la capital.
Ahí fue, pero, donde empezó el sufrimiento para el niño. Pese a que el gobierno lo que intentó ofrecerlo con este nuevo ambiente era un entorno de mayor protección y estabilidad emocional, lo único que vivió fue un auténtico infierno.
Fuentes del entorno del caso, informan a 'El Español', que el pequeño empezó a llamar desesperadamente para que lo sacaran de allí. Todo hace pensar que estaba siendo víctima de bullying. Llegó incluso a escaparse durante este confinamiento e intentar volver con su familia, pero lo encontraron en la estación de autobuses y lo devolvieron al piso.
Finalmente, el 26 de mayo tomó la drástica decisión que acabaría en su muerte unos días después. La familia, presentó una denuncia en los juzgados y, según 'Diario de Navarra', pidió un informe forense sobre la muerte, que confirmó que las lesiones fueron autoinfligidas. Ahora, buscan «depurar responsabilidades» para saber si que pudo pasar para que se produjera un suceso tan terrible.