Una fiesta de Halloween ha acabado en tragedia en Azuqueca de Henares, Guadalajara. Una chica de 15 años ha muerto y otras ocho personas han tenido que ser ingresadas por intoxicación. Las víctimas inhalaron monóxido de carbono en un local abandonado donde celebraban la fiesta del 31 de octubre.
Entre los intoxicados hay los dos guardias civiles que atendieron a las víctimas en un primer momento. Los agentes pudieron sacar a los afectados que yacían inconscientes en el suelo. Su labor evitó una desgracia mayor, que según los primeros datos de la investigación se desencadenó por una mala combustión del generador.
El suceso ha tenido lugar en un local que llevaba dos años abandonado. Se trata de un recinto de 100 metros cuadrados junto a un edificio de viviendas de cuatro plantas, en el centro de la capital. En su momento fue la sede de la Casa de Andalucía, luego un bar, y ayer, una trampa mortal para los jóvenes que allí se encontraban.
Fiesta organizada por WhatsApp
Todas las alarmas saltaron a la medianoche del domingo al lunes. La madre de una joven acudió al cuartel de la Guardia Civil porque no podía localizar a su hija, cuando ya tendría que haber llegado a casa. Gracias a la localización de su teléfono pudieron ubicar el lugar, en la avenida Constitución de la capital guadalajareña.
Una vez en el sitio, los agentes pudieron precisar el local donde se encontraba el grupo de amigos. Desde la ventana pudieron ver que había varias personas en el interior, pero que no se movían. Rompieron el cristal, entraron dentro, y sacaron al exterior a los afectados.
El grupo de amigos se había reunido en el local abandonado para celebrar una fiesta de Halloween. El evento se había organizado días antes a través de WhatsApp. Al parecer, una mala combustión en el generador llenó el recinto de monóxido de carbono de forma letal.
Una chica muy sociable
Una de las asistentes a la fiesta, una joven de 15 años, perdió la vida. Ella y otros dos jóvenes que siguen ingresados en la UCI eran alumnos del instituto Gaspar Sáiz de Meco, una localidad a pocos kilómetros de Azuqueca. Los que la conocían la describen como una chica muy sociable y muy aplicada en los estudios.
Entre los presentes en la fiesta, dos fueron ingresados en cuidados intensivos en el Hospital de Guadalajara, y otros tres siguen en observación en el servicio de urgencias. Otra chica de 15 años fue trasladada al Hospital Niño Jesús de Madrid, y otra persona fue derivada al Hospital 12 de Octubre de la capital madrileña.
Los dos guardias civiles que sacaron a los afectados del recinto necesitaron atención médica, pero ya recibieron el alta. Los vecinos de la zona confirman que el local estaba muy deteriorado y que llevaba años cerrado. Nadie se percató de lo sucedido hasta que oyeron las sirenas de los coches de la policía y las ambulancias.
Una trampa mortal que se repite
Un precedente similar tuvo lugar este mismo año en Ordino, Andorra. Dos jóvenes de 18 y 22 años desaparecieron después de haber asistido a una fiesta ilegal. Sus cuerpos aparecieron sin vida dentro de una caseta, en la que al parecer se habían acomodado para descansar y dormir un rato.
La principal hipótesis fue la mala combustión del generador, en un suceso que tuvo lugar en marzo de este mismo año. Ella se llamaba Ariadna, tenía 18 años y estudiaba para ser médico. Él era Guillem, un brillante estudiante con vocación solidaria.
Poco después de este caso ocurrió la muerte de Diddy y Carme, una pareja de 20 y 21 años hallados sin vida en una masía familiar. Los dos habían decidido pasar la noche en la casa, propiedad de la familia de la chica. Aparecieron muertos, y la autopsia confirmó la causa de la muerte: intoxicación por dióxido de carbono.
Evitaron una gran tragedia
Las autoridades locales han atribuido el suceso a un fallo del generador eléctrico que funcionaba con gasóleo. Una mala combustión habría liberado el monóxido de carbono, un gas imposible de detectar porque no tiene olor ni color, y que puede causar la muerte. El alcalde del municipio, José Luis Blanco, ha destacado la rápida actuación de los agentes.
“Gracias a esto no estamos hablando de una gran tragedia”, ha declarado. Miembros de la Policía Judicial de la Guardia Civil se han hecho cargo de las investigaciones para esclarecer las circunstancias del suceso. A priori, todo parece un desafortunado incidente.
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La mayoría de las intoxicaciones por monóxido de carbono se produce en los hogares, por la mala combustión de aparatos eléctricos. Este gas invisible y silencioso produce un envenenamiento letal en cuestión de minutos. Suele producirse con generadores, motores a gasolina, cocinas y sistemas de calefacción.
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