Alexander, el joven de 15 años aparecido muerto en el domicilio de un amigo suyo en Sueca (Valencia), murió por causas naturales. Así lo confirman los resultados preliminares de la autopsia. Sin embargo, la investigación sigue en marcha para saber qué pasó en el domicilio donde apareció sin vida.
La investigación está en manos del juzgado de instrucción número 2 de Sueca. Su familia denunció la desaparición el 27 de diciembre, y todos los esfuerzos para encontrarlo resultaron en vano. Hasta el 1 de enero, cuando fue hallado muerto sin indicios aparentes de criminalidad.
Fuentes policiales han confirmado que no se han hallado signos de violencia y que la primera hipótesis es una muerte por causas naturales. Aun así, hay indicios que apuntan a que el joven podría haber sufrido una intoxicación. Guardia Civil y forenses están practicando las pruebas oportunas.
Estaba muy raro desde hacía días
Fuentes judiciales y policiales señalan que el cuerpo del menor fue encontrado por su padre y su hermano, y que su muerte se produjo a las 13:00 horas del sábado. Es decir, que el menor estuvo vivo, en paradero desconocido, desde el 27 de diciembre hasta el 1 de enero. De momento no hay ni detenidos, ni investigados.
Al no haber signos de muerte violenta la policía lo investiga como un caso de muerte natural sin elementos delictivos. Lo cual no significa que la investigación no siga adelante, porque hay que esclarecer que hizo durante aquellos días el menor fuera de casa. Según sus padres, “estaba muy raro desde Nochebuena”.
Fue un vecino el que avisó a los familiares de Alexander para advertir de que el menor había accedido al domicilio. Allí fue donde lo encontraron el sábado por la mañana, aunque su muerte se confirmó a las 13:00 horas. Ayer por la mañana se le practicó la autopsia, que no reveló indicios de criminalidad.
Espuma reseca en la boca
Alexander fue hallado sin vida en un piso de la calle Poeta Vicent Molina de Sueca, tras varios días desaparecido. El padre y el hermano del chico, convencidos de que estaba dentro del inmueble, accedieron por la fuerza. Pensaban que estaba en peligro, pero no esperaban que estuviera muerto.
Su cuerpo estaba sin vida, sentado en el sofá, tapado con una manta y con restos de espuma reseca en la boca. Junto a él había una estufa encendida. El dueño de la vivienda, un joven que tiene problemas con las drogas, había desaparecido. Sin embargo, no hay indicios de que esté relacionado con la muerte.
El hermano de Alexander tuvo que ser atendido al ser preso de un ataque de ansiedad. El hallazgo del menor muerto fue un impacto para él y para su padre. La clave para comprender qué sucedió está en la última persona que estuvo con él, el chico que vive en el piso donde el menor apareció sin vida.
Su amigo había inhalado amoníaco
El mismo día que Alexander perdió la vida, el joven acudió a un centro de salud y tuvo que ser evacuado a un hospital de Valencia. Según fuentes de Levante-EMV, sufría un cuadro de intoxicación tras haber inhalado amoníaco. Esto podría estar relacionado con la espuma que salía de la boca del menor fallecido.
La Policía Judicial investiga la posible relación de esa persona con la muerte del menor, y si pudiera haber un posible delito. Dado su estado de salud, aún no le han podido tomar declaración. La otra clave para esclarecer los hechos estaba en la autopsia del fallecido.
Los resultados preliminares de la autopsia descartan una muerte violenta y apuntan a una neumonía por broncoaspiración como causa de la muerte. Sin embargo, aún no se ha determinado el origen de la neumonía. Una de las hipótesis es que el menor inhalara algún tipo de sustancia tóxica, como el amoníaco.