Ya hemos empezado el 2021, y como pasa cada año, lo primero en que nos podemos fijar es en que productos o servicios ha subido o ha bajado su precio respecto el año anterior. Muchos de ellos como el agua, la luz, el gas o las autopistas su tendencia suele ser a subir. Pero hay otros muchos que bajarán su precio como es el caso de más de 1.000 medicamentos.
Y es que este 1 de enero ha entrado en vigor la Orden SND/1121/2020 de Precios de Referencia de 2020, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del pasado 28 de noviembre. Esta recoge la rebaja de los precios de más de 1.300 activos básicos de medicamentos que se pueden encontrar en las farmacias de toda España.
Hay muchos que se encuentran entre los más utilizados para tratar problemas de salud de todo tipo. Entre ellos por ejemplo el ácido alendrónico presente en muchos tratamientos para la osteoporosis o la prednisolona, uno de antiinflamatorios más habituales.
Entre los más comunes también están buena parte de los utilizados por los ásmaticos: Bromuro de ipratropio Budesónida Fluticasona o Formoterol. Además se incluyen principios que tratan el glaucoma (Bimatoprost o Latanoprost), para las trombosis (Enoxaprina), o para las infecciones de piel (Ciclopirox) o bacterianas (Ciprofloxacino).
Pero es que además de haber muchos de uso común, hay algunos que suponen una gran reducción para los consumidores pero también para la factura farmacéutica estatal, ya que su precio baja ostensiblemente. Y es que llegan a tener reducciones que superan el 50 por ciento. Dentro de este grupo de fármacos se encuentra la atomoxetina, que es utilizada para el trastorno por déficit de atención con hiperactividad. También baja mucho su precio el antibiótico fenoximetilpenicilina o un analgésico opioide como el fentanilo. Además, se incluye la hidrocortisona.
Las perjudicadas, las farmacias
Los nuevos precios de todos estos fármacos además de sus características particulares se pueden consultar en un listado en la Orden del BOE que adjuntábamos más arriba. Esta recoge que la aplicación en vigor de estos precios se tiene que llevar a cabo este 1 de enero.
O sea que con efecto inmediato las farmacias deben vender estos medicamentos, que van con un cargo al Sistema Nacional de Salud (SNS), con la correspondiente reducción del precio. Esto como es lógico, beneficia principalmente a los usuarios que los necesitan habitualmente pero también al Estado. Y es que se estima que se reducirá la factura pública de medicamentos en unos 32,5 millones de euros, según los cálculos realizados por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF).
Pero mientras los consumidores y las arcas públicas agradecen esta bajada de precios, no así el sector farmacéutico. La caída estimada en su facturación será en torno a los 6,4 millones de euros.
El beneficio del actual sistema de precios
Cada año los medicamentos que son financiados en parte con dinero público se ven afectados por el sistema de precios de referencia. Este revisa anualmente y fija una cantidad máxima de financiación de los fármacos incluidos en cada conjunto. En cada conjunto están presentes todas las clases de medicamentos financiadas que tienen el mismo principio activo y la misma vía de administración.
Este sistema de precios de referencia permite crear nuevos conjuntos una vez se han cumplido diez años de la autorización del medicamento en España o en cualquier otro Estado Miembro de la Unión Europea. Eso sí, tiene que haber siempre al menos un medicamento financiado en el Sistema Nacional de Salud distinto del original y sus licencias.
Además de este sistema de revisión de precios anual, se producen ajustes de precios mensuales que se realizan por la aplicación del sistema de agrupaciones homogéneas. Esta marca los medicamentos que deben venderse en las farmacias ante una prescripción por principio activo.