Un día más y ya van 28 sin que se sepa nada de Anna y Olivia, las niñas de 1 y 6 años que desaparecieron de la isla de Tenerife junto a su padre Tomás Gimeno. Y la realidad es que a cada día que pasa se va haciendo más difícil mantener las esperanzas de que este caso pueda tener un final feliz, sobre todo para muchos expertos en este tipo de desapariciones.
Pero pese a que todo pueda hacer ponerse en lo peor, la madre de las pequeñas sigue manteniendo su convencimiento de que el padre de sus hijas no ha sido capaz de hacerles nada malo y que podrá volver a verlas tarde o temprano.
Beatriz Zimmermann ha vuelto a remitir una carta en la que muestra como se encuentra y en la que vuelve a agradecer todo el apoyo que está recibiendo. En el mensaje, que ha recibido y ha sido leído en 'El Programa de Ana Rosa', también da muestras de como sigue llevando un dolor que ya hace casi un mes que dura: «Cuatro semanas desde que se me paró la vida», así se titula la misiva que ha enviado al programa de las mañanas de Telecinco.
Esta se inicia también con unas palabras contundentes: «Hace cuatro semanas que el tiempo se detuvo». Y es que la madre de las niñas desaparecidas admite que está siendo muy duro estar separada de ellas y que «cada día aumentan las ansias de tenerlas conmigo de vuelta».
También explica que es lo que ha conseguido evitar que no se hunda tras estas semanas de incertidumbre por saber que les ha pasado. Es la «fe de recuperarlas» y «ser ejemplo para ellas» lo que le da fuerzas y le permite mantener la entereza. Solo eso ahora mismo la «mantiene viva» y evita que se derrumbe.
Esta carta ha sido enviada precisamente en un día muy simbólico. No es solo que se cumplan cuatro semanas desde la desaparición sino que hoy era el Día Internacional del Niño Desaparecido. Es por eso que ha pedido que no se vuelva a repetir un caso como el suyo, que la desaparición de sus hijas sirva de ejemplo para que no se vuelva a utilizar a los niños para hacer daño a un padre o a una madre.
Por último, ha vuelto a agradecer la amplia cobertura mediática que se le está dando al caso y afirmaba que «somos una nueva semilla que tiene que brotar fuerte y sana». Y con un mensaje de esperanza, cerraba su mensaje: «Los pequeños actos diarios son los que lo construyen todo».
La postura tan diferente entre la familia y los investigadores
Mientras ella sigue llamando a mantener la esperanza de encontrar a sus hijas con vida, los últimos pasos de los investigadores van en dirección contraria. Y es que los últimos esfuerzos se están centrando más en buscar a las pequeñas en el mar que no en un posible destino en tierra.
Es por eso que se utilizará un sOnar y un robot subacuático cedidos por el Instituto Español de Oceanografía para explorar el fondo marino. Las sospechas de que Tomás se habría deshecho de sus hijas de este modo se han incrementado al detectar que en su lancha no se encontró un cinturón de plomos de buceo que debería estar allí, como tampoco el ancla.
En oposición a esto, el portavoz de la madre Joaquín Amills decía en las últimas que «el mensaje de Tomás era muy claro». Insiste en que todos los pasos que ha dado eran siguiendo un plan para desaparecer y cree que viendo la gran repercusión mediática «se le ha ido de las manos»