La vacuna contra el coronavirus resultó crucial para frenar la pandemia. En muy poco tiempo las farmacéuticas fueron capaces de crear estos fármacos para inmunizar a la mayor parte del planeta. Sin embargo, con el tiempo se ha descubierto que no todas estas vacunas funcionan de la misma manera.
Y no solo en cuanto a efectividad y protección ante la COVID-19. Se acaba de conocer que aquellos inmunizados con Moderna o Pfizer tienen más posibilidades de reinfección respecto a los de AstraZeneca y Janssen.
Así lo desvela un estudio realizado por investigadores belgas y presentado en el Congreso Europeo de Microbiología y Enfermedades Infecciosas. Para llevar a cabo dicho trabajo se tomó como referencia a todos los belgas mayores de 18 años y con la pauta completa. El número total de participantes fue de 8 millones de personas.
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Se hizo un seguimiento a estos pacientes a partir de la segunda dosis. El análisis se alargaría por espacio de 150 días. Una conclusión que se extrae del mismo es que un 4,7% de los implicados tuvieron una infección avanzada.
Detectaron que la vacunación con un fármaco de vector viral, como Janssen o AstraZeneca, se asocia con un mayor riesgo de una infección avanzada. Siempre que se compare con una vacuna de ARNm, como Moderna o Pfizer.
Según dichas investigaciones, la vacuna de AstraZeneca se asocia con un riesgo un 68% mayor de una infección avanzada que la de Pfizer. Mientras la de Janssen se relaciona con un 54% más de riesgo que la vacuna de Pfizer.
Otro detalle a tener en cuenta es que es un 32% menos probable que se produzcan infecciones intercurrentes entre los vacunados con Moderna. Siempre que se les compare con los que hayan sido inmunizados con Pfizer.
Pese a la protección que ofrecían las vacunas del coronavirus, los expertos extraen otra conclusión muy interesante del estudio. Hubo una mayor incidencia de infecciones intercurrentes en el grupo de 18 a 64 años que en los grupos de más de 65 años. Esto se explicaría por las diferencias en el comportamiento social de unos y otros.
Todo esto se produce en un momento en donde empieza a debatirse la conveniencia de administrar una nueva dosis de refuerzo. Sería el cuarto pinchazo. Aunque de momento se trata de una opción que está sobre la mesa, la propuesta inicial pasaría por inmunizar a los mayores de 80.
El alto porcentaje de población vacunada, con un 93% de los ciudadanos inmunizados, ha sido esencial en la lucha contra el coronavirus. Esto ha permitido que en las últimas semanas se hayan retirado muchas de las restricciones en España, como el uso de mascarillas en interiores.
Pfizer insiste en la posibilidad de seguir con la vacuna
Pese a que el coronavirus parece estar bajo control, la vacuna continuará inyectándose con una cierta regularidad. Es lo que piensa el director médico mundial de vacunas de Pfizer. "Es posible que se produzca una situación entre endémica y epidémica, donde ómicron vaya evolucionando", explica Luis Jodar.
Entiende que "todos los grupos etarios necesiten dosis de refuerzo cada cierto tiempo, por ejemplo, un año". Así lo explicaba hace unos días en un seminario organizado con la Asociación Nacional de Informadores de la Salud.
Cuenta que se tratarían en principio de "dosis adaptadas a cada variante hasta encontrar una vacuna universal impermeable a cada mutación". Con anterioridad, el CEO de la compañía, Albert Bouda, se pronunció sobre la posibilidad de aplicar una cuarta dosis.
"Vienen muchas variantes, y ómicron ha sido la primera que ha podido evadir de forma hábil la protección inmunológica que estamos proporcionando". La farmacéutica insiste en la necesidad de trabajar en una vacuna que "proteja contra ómicron y todas las demás variantes" del coronavirus.