La séptima ola de la COVID-19 ya está aquí. Esto es lo que muchos expertos creen. Este martes, Sanidad notificaba 47.421 nuevos casos y 319 muertes por SARS-CoV-2. Y es que tras el periodo de Semana Santa se han producido más interacciones y esto ha dado pie a un aumento de los contagios.
El epidemiólogo Oriol Mitjà ha comunicado que ha dado positivo por coronavirus. Lo ha anunciado a través de un hilo explicativo en su cuenta de Twitter, al que acompañaba una imagen sosteniendo un test de antígenos positivo. Y deduce que se contagió el pasado sábado, firmando libros por Sant Jordi en Barcelona.
"Es el principio de la séptima ola, con un incremento en la incidencia, las hospitalizaciones y las muertes", avisa. Además, en su publicación exige al Departament de Salut que vuelva a introducir las pruebas para detectar y contabilizar los casos de Covid, los confinamientos para los contagiados, las mascarillas obligatorias y la ventilación.
Se mostraba preocupado por la pérdida de la inmunidad de la población y la llegada de las nuevas variantes de Ómicron, la BA.2 o la XE, que destacan por ser todavía más transmisibles. Y el infectólogo lamenta que ahora, desde el pasado 1 de abril, "un positivo puede ir al trabajo e incluso en el hospital donde contagiará a personas vulnerables".
Según asegura el experto en enfermedades infecciosas, la mascarilla nos protegía de contraer la enfermedad. De hecho, era el elemento más eficaz para evitar la infección. "También reducía la incidencia poblacional", explica en Twitter.
Y esta no es la primera vez que el epidemiólogo lanza una advertencia de estas características. El pasado mes de marzo ya se mostraba disconforme con la decisión del Ministerio de Sanidad de eliminar los confinamientos para los positivos de COVID-19 y acabó con las pruebas diagnósticas. "Nadie en el timón", escribía.
La OMS pide prudencia
Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra el descenso de los casos mortales de la enfermedad. Aun así, recomiendan a los distintos países que sigan realizando tests diagnósticos.
El director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha resaltado este martes en una rueda de prensa desde la sede de la OMS en Ginebra que a escala mundial "los casos y muertes de COVID-19 siguen disminuyendo, lo que es muy alentador".
La OMS notificó 15.000 muertes, el índice más bajo desde el inicio de la pandemia, en marzo de 2020. "Esta es una tendencia muy bienvenida, pero es una que debemos acoger con cierta cautela", aclara.
Sin embargo, advierten de una "cierta ceguera" ante los patrones de transmisión y evolución del virus. "A medida que muchos países reducen las pruebas, la OMS recibe cada vez menos información", explica la OMS.
"Este virus no desaparecerá solo porque los países dejen de buscarlo. Sigue propagándose, sigue cambiando y sigue matando", alerta su director genera. De esta manera, recuerdan que todavía es pronto para poder augurar cuáles serán las consecuencias del coronavirus a largo plazo. "Cuando se trata de un virus mortal, la ignorancia no es una bendición".