Triste suceso justo antes de la Nochevieja en España: un padre habría matado a su hija de 3 años y luego se habría quitado la vida. Esta es la primera hipótesis de la Policía Nacional, que investiga los hechos ocurridos anoche en Madrid. Todo habría ocurrido en el domicilio del presunto homicida, en el distrito Centro.
La llamada de emergencia la realizó la propia madre de la niña sobre las 09:15 de la noche de ayer. La mujer vio luz en casa pero no podía contactar con el padre, así que decidió llamar a la policía. Cuando los agentes llegaron al lugar, encontraron el cadáver de un hombre y de una niña, y abrieron una investigación.
Los agentes trabajaron desde el primer momento con la hipótesis de un nuevo caso de violencia vicaria en España. Los fallecidos son un hombre de nacionalidad francesa de 47 años y una niña de 3 años, de nacionalidad española. Los hechos ocurrieron en el número 91 de la calle Amparo, cerca del metro de Lavapiés.
Los padres estaban separados
Agentes de Seguridad Ciudadana, junto con el Grupo de Delitos Violentos de Policía Científica y de Homicidios estuvieron en el piso recabando pruebas. Tratan de esclarecer la autoría de los hechos, y su motivación. Todo apunta a que el hombre habría matado a la menor y después se habría quitado la vida.
También intervinieron los psicólogos del Summa 112, que tuvieron que atender a la madre de la menor fallecida y a la abuela. Las dos mujeres se encontraban en el lugar, en un estado muy alterado. Según las primeras informaciones, los padres están separados.
Este es el triste colofón de un año negro en España en cuanto a la violencia vicaria. El número de menores asesinados a manos de sus padres este año asciende a siete, y ya son 44 desde que empezaron a recopilar este dato en 2013. Otros 28 menores han quedado huérfanos por la violencia machista este año, 334 desde 2013.
Un año negro de la violencia vicaria
Por ahora se desconoce el motivo por el cual este hombre habría asesinado a su hija, pero este tipo de sucesos suelen seguir siempre un mismo patrón. Si finalmente se confirma, estaríamos delante de un nuevo caso de violencia vicaria. Los progenitores utilizan a sus hijos para infligir dolor o vengarse de sus parejas.
Este año, España ha tenido casos tan célebres como el de Tomás Gimeno, que secuestró a sus hijas Anna y Olivia, de 1 y 6 años en Tenerife. Las asesinó y las arrojó al mar para que nadie las encontrara y, presumiblemente, luego se quitó la vida. El trágico caso de Anna y Olivia ayudó a visibilizar este tipo de asesinatos.
Poco después, Martín Ezequiel Álvarez secuestró a su hijo de 2 años en Barcelona y lo asesinó en la habitación de un hotel. Luego intentó escapar, pero acabó ahorcándose en los aledaños del aeropuerto de la ciudad condal. Tanto Tomás como Martín enviaron mensajes amenazantes a sus parejas después de matar a sus hijos.