La obligatoriedad de llevar mascarilla en espacios cerrados será historia a partir de la medianoche del próximo 19 al 20 de abril. Así lo anunció Carolina Darias, la ministra de Sanidad, hace escasos días.
Tras más de dos años de pandemia, la mascarilla en interiores es prácticamente la única restricción que queda vigente en España respecto al coronavirus. Sin embargo, en menos de dos semanas nos podremos despedir de ella.
Adiós a la mascarilla, pero no en todos los espacios cerrados
La mascarilla dejará de ser obligatoria en espacios cerrados el próximo 20 de abril. Así pues, en principio, ya no será obligatorio su uso en lugares como centros comerciales, bares, restaurantes, gimnasios o supermercados.
A partir de ese día, tan solo será obligatoria en tres casos, donde hay mayor peligro de contagio de personas vulnerables. En este sentido, no podrán llevar la cara descubierta ni los trabajadores ni los visitantes en las en zonas compartidas en centros socio-sanitarios.
Tampoco se desharán de la mascarilla los trabajadores, los visitantes y las personas ingresadas de los centros hospitalarios cuando se encuentren en espacios compartidos fuera de su habitación.
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Y, por último, también seguirá siendo obligatoria en el transporte público, debido a las aglomeraciones que se pueden producir y a la falta de ventilación.
El Gobierno tiene previsto aprobar el Real Decreto del fin de la mascarilla en espacios interiores en el Consejo de Ministros del próximo día 19. Así pues, la medida entraría en vigor al día siguiente, tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Hasta entonces, no se conocerán más detalles sobre las recomendaciones de Sanidad sobre el uso de la mascarilla en espacios cerrados. Ante ello, ha surgido la duda del millón: ¿pueden las empresas obligar a sus empleados a usarla en el trabajo?
El uso de la mascarilla en el trabajo, la gran incógnita
No cabe duda de que la mascarilla ya es un incordio para gran parte de la población. Por lo que su supresión ha sido una medida bastante esperada y aplaudida por los ciudadanos.
Aunque también hay ciertas personas que aún son reacias, y tienen cierto temor a ir con la cara descubierta y contagiarse. Una división de opiniones que puede generar cierto conflicto, sobre todo en el entorno laboral.
Ante esta división de opiniones, surge la duda sobre qué decisión va a tomar Sanidad sobre su uso en el trabajo.
Aunque habrá que esperar a que se publique el Real Decreto, la propuesta de la Ponencia de Alertas, Planes de Preparación y Respuesta del Sistema Nacional de Salud deja entrever alguna pista de lo que determinará el texto para el ámbito laboral.
Y todo apunta a que los expertos dejarán en manos de las empresas la decisión final sobre el uso de las mascarillas en el trabajo.
“La Ponencia de Alertas, Planes de Preparación y Respuesta recomienda que la necesidad del uso de mascarillas en el entorno laboral sea valorada por los servicios de prevención de riesgos laborales en función de los resultados de una evaluación de riesgo específica. Se recomienda su uso siempre que el trabajo deba realizarse a distancia interpersonal de menos de 1,5 metros y no pueda garantizarse la ventilación adecuada del espacio”, se puede leer en el texto.
Así pues, serán los servicios de prevención de riesgos laborales los que decidan cómo será su uso en el trabajo.
“El empresario deberá evaluar el riesgo que existe en su centro de trabajo y en base a eso decidir qué medio de protección se pueden utilizar”, señala Rubén Rodríguez Elizalde, profesor de la Universidad Europea y especialista en riesgos laborales, en 20Minutos.
En este sentido, el experto afirma: “Si la evaluación determina que hay riesgo de contagio, la empresa puede y debe obligar a que se siga usando mascarilla”.
A pesar de ello, habrá que esperar a la publicación del Real Decreto en el BOE para saber cuál será exactamente la decisión de Sanidad.