El plan de Marruecos para alcanzar la soberanía compartida de las ciudades españolas de Ceuta y Melilla sigue adelante y está a punto de dar un paso importante. Una década después de la planificación de grandes infraestructuras en torno a esos lugares, todo está listo para que empiecen a funcionar como alternativa al poder español.
El rey Mohamed VI pretende culminar así su sueño de adueñarse de las regiones fronterizas de España. Una vez convertido el Estrecho de Gibraltar y el Mar Mediterráneo en su zona de influencia, el monarca quiere ahora consolidar su poder terrestre en la zona.
Sus últimos movimientos tenían como objetivo allanar el camino. El 1 de agosto de 2018 el gobierno marroquí eliminó la aduana comercial con Melilla en Beni Ensar, y en marzo del presente año, hace apenas unos meses, completó el proceso con el cierre de fronteras terrestres que acabaron con el comercio atípico por el paso de Barrio Chino.
El octubre de 2019 y en febrero de 2020, Marruecos puso fin al porteo y el paso de mercancías por la frontera de Tarajal. El siguiente paso es cortar la comunicación aérea con la península. Todo para ir eliminando la conexión de las ciudades autónomas con la península y ganar autonomía para ejercer su poder en la zona.
Uno de los lugares clave para conseguirlo es el aeropuerto internacional Monte Arruit, situado a 30 kilómetros de Melilla, que está a punto de estrenar su remodelación. Con ello pretende convertirse en el segundo aeropuerto con más vuelos de Marruecos después del de Casablanca, la capital económica del país.
En 2025 Marruecos espera poner en funcionamiento el tranvía que conectará el aeropuerto con el puerto de Beni Ensar, en la frontera con Melilla. Los planos del tranvía muestran que no acabaría en la frontera sino que entraría hasta dentro de la ciudad española. La intención de Marruecos es atraer el turismo internacional que albergarán los resorts de lujo de Nador.
Se trata de un tranvía aéreo al estilo japonés que además de sobrevolar lugares emblemáticos también conecta varios polígonos industriales en construcción con empresas y fábricas cercanas a la frontera argelina. Precisamente en Argelia se prepara una zona franca con la que reanudar las relaciones comerciales.
Aeropuerto cerca de Melilla
El aeropuerto de Monte Arruit disputará el tráfico aéreo al aeropuerto de Melilla, donde los aviones deben realizar complicadas maniobras para no entrar en un país vecino. Marruecos quiere reclamar en un futuro la zona de exclusión aérea.
La intención es que la base aérea de Monte Arruit reserve un espacio para los aviones F-16 de las fuerzas aéreas reales del país y drones militares, además de helicópteros de guerra que está previsto que envíe Estados Unidos. También habrá un centro de inteligencia militar con cinco nuevos radares para reforzar la vigilancia aérea.
Además se prevé la construcción de un complejo hotelero con 32.000 camas, la renovación de la red de carreteras y la creación de nuevos medios de transporte como un teleférico. El puerto de Nador West Med, llamado a ser el gran centro energético del país, espera la llegada de una de las grandes obras viales en construcción.
A solo 250 millas del Estrecho de Gibraltar se espera terminar una macro plataforma industrial y portuaria con un amplio centro logístico y comercial que albergue una zona franca de 1.500 hectáreas y una terminal de hidrocarburos y productos derivados.
El plan urbano del puerto de Nador y el proyecto industrial en Melilla quieren unificar todas las ciudades del norte de Marruecos para aumentar el potencial económico y turístico, creando una segunda capital en paralelo a Casablanca y neutralizando a Ceuta y Melilla.
Centro portuario en Ceuta
En Ceuta también se está preparando una gran infraestructura después de desconectar los principales canales de conexión con España. Se trata de un megapuerto que conecta el país marroquí con 77 países y 186 puertos, un complejo que ha arruinado a la economía ceutí y que proyecta a Marruecos en la escena marítima internacional.
El gran puerto con casi mil empresas del sector industrial, logístico y de servicios que dan trabajo directo a 75.000 personas. Está prevista una ampliación en cinco años para aprovechar el crecimiento de las exportaciones industriales y agrícolas. También se construye una zona franca en la frontera para sustituir las del Tarajal y Rincón.
El nuevo capricho del rey es la Ciudad de Mohamed VI Tánger Tech, una obra faraónica con la que quiere implicar a varios países como China, Rusia y la India. El propio Mohamed VI la define como una ciudad industrial, moderna, futurista y ecológica. Unos 15.000 residentes ya estarían viviendo en la nueva urbe.
La ciudad dispondrá también de un emporio económica capaz de crear 100.000 empleos, la mayoría de los cuales con beneficios en la ciudad de Tánger. El objetivo es crear una especie de Ruta de la Seda que tendrá como centro Tánger y que dejará de mirar a Europa para favorecer el crecimiento en el continente africano.
Así culminará una década de esfuerzos del rey Mohamed VI para construir en las cercanía de las ciudades fronterizas españoles y rodearlas para su desactivación. La siguiente reunión entre España y Marruecos tendrá lugar el 17 de diciembre en Rabat, donde ambos países volverán a discutir las relaciones bilaterales mientras Marruecos sigue aumentando la presión.