Kristian y Amantia son dos hermanos de 10 y 11 años que llevan meses desaparecidos en España. Se trata de un nuevo caso de secuestro parental y que, curiosamente, también se inició en Tenerife, como en el caso de Anna y Olivia. De hecho, las similitudes entre ambos casos han hecho saltar las alarmas.
Fue el pasado mes de enero la última vez que la madre vio a sus dos hijos. La familia vive en Alemania y fue allí donde puso una denuncia. Kristian y Amantia Toska, de 11 y 10 años, desaparecieron el 17 de enero.
La Policía alemana se puso rápidamente en contacto con la española ante la posibilidad de que estuvieran aquí. Una de las líneas de la investigación situaba al padre de los niños, junto a ellos, en Tenerife.
La madre de los pequeños cogió rápidamente un vuelo y empezó a colocar carteles con sus fotos por toda la isla. La organización SOS Desaparecidos también se hizo eco del caso y compartió las imágenes para tratar de encontrar pistas.
Lamentablemente, sus esfuerzos fueron en vano y la mujer tuvo que volver a Hamburgo. Ya de vuelta, la Policía le aseguró que seguía buscando a su marido, pero que no tenían nuevas pistas sobre su paradero.
Desde entonces, la situación se ha vuelto insostenible para la mujer, que lleva meses sin ver a sus hijos. Además, no era la primera vez que el padre intentaba llevarse a los niños y ya había lanzado varias amenazas.
El divorcio inició "una guerra sin tregua"
En alguna de ellas, incluso, amenazó con matar a la madre y a sus dos hijos si ella le denunciaba. Según explica la madre de los niños, "con el divorcio empezó una guerra sin tregua" entre ambos.
En enero culminó sus intenciones y acabó llevándose a los niños lejos de su madre. Aun así, la familia de los niños han recibido algunas noticias de ellos, siempre de forma indirecta.
En enero, Amantia consiguió hablar con una de las amigas de su madre. Le dijo que no sabía donde estaban, pero sí que supo decirle que estaban en una isla donde "todo el mundo habla español". Fue esa la pista que llevó a las autoridades alemanas a seguir la investigación en Tenerife.
Cinco meses después, tras muchos intentos de búsqueda, el padre volvió a ponerse en contacto. Había visto que la madre no paraba de buscar a los niños y de colgar carteles por todas partes. Fue entonces cuando empezó a amenazarla.
"Le dijo que si va a la policía, la matará a ella, a su familia y a los niños. Que no los volverá a ver", denuncia Joaquín Amills. El presidente de SOS Desaparecidos recuerda así el caso de Anna y Olivia.
Tomás Gimeno le dijo algo similar a la madre de las niñas cuando se las llevó. Ahora el miedo está en que este hombre pueda cometer un acto similar y que los niños acaben sufriendo el daño.
Los mensajes y amenazas no cesaron, pero el padre de los niños le confesó a la mujer que sí que estaban en Tenerife. Sobre su cabeza pesa ahora mismo una orden de detención internacional, aunque las autoridades no logran dar con él.
"La madre ha puesto una denuncia en la Policía Nacional. El caso está en manos del juzgado de violencia de género", explica Amills.
Un caso parecido al de Anna y Olivia
Aunque el caso recuerda al de Anna y Olivia, los investigadores creen que podría no tener el mismo final. Tomás Gimeno acabó con sus hijas a las pocas horas de llevárselas, pero en este caso los niños han seguido comunicándose.
De momento, nada parece indicar que haya acabado con los niños ni que les haya hecho daño. Pero eso podría cambiar pronto, especialmente ahora que el caso está cogiendo cada vez más relevancia social y mediática. Por eso, es "urgente" dar con ellos y las autoridades piden la colaboración ciudadana.
Sobre los niños se sabe que Kristian tiene 11 años, pelo castaño y corto y usa gafas graduadas. Amantia, por su parte, tiene 10 años y pelo rizado y castaño.
Del padre no se conocen muchos detalles físicos todavía. Se sabe que es un hombre de 45 años, de origen albanés y que tiene antecedentes por conductas violentas y malos tratos.
Historial de episodios de violencia
La pareja se separó en el año 2013, apenas dos años después del nacimiento de Amantia. Los episodios de violencia hicieron que la madre se quedase con la custodia completa y él podía visitarlos en fines de semana alternos.
La situación se ha mantenido así hasta ahora, cuando el hombre aprovechó uno de esos fines de semana para llevárselos. Según Joaquín Amills, "sabemos que está en Tenerife porque hay constancia de que ha cogido varios vuelos de Tenerife a Madrid y de vuelta". El problema es que, al parecer, esos viajes los hizo solo.
El 10 de agosto fue el último día que la madre de los niños supo sobre ellos. Su exmarido volvió a llamarla e insistió en sus amenazas. Durante todo este tiempo, varios testigos han alertado de haber visto juntos al padre con los dos niños, aunque de momento no hay nada claro.